Un ataque a tiros al interior de una mezquita de la ciudad de Québec dejó seis muertos, en un incidente que el primer ministro de Canadá Justin Trudeau describió como un acto de terrorismo contra los musulmanes. La policía arrestó a dos hombres, pero después dijo que sólo uno quedó detenido, el otro era un testigo.

Más de 50 personas se encontraban en el Centro Cultural Islámico de Québec cuando ocurrió la agresión el domingo en la noche. Además de las víctimas fatales, cinco heridos se encontraban en condición crítica y 12 sufrieron heridas menores, declaró la portavoz del Centro Hospitalario de la Universidad de Quebec, Genevieve Dupuis. Los fallecidos tenían entre 35 y 65 años.

Trudeau y el primer ministro de Québec, Philippe Couillard, coincidieron en señalar lo ocurrido como un acto terrorista, que tuvo lugar en momentos de gran tensión en el mundo por la prohibición que impuso el presidente Donald Trump a la entrada de personas de varias naciones de mayoría musulmana.

Trudeau dijo en el Parlamento que las víctimas fueron agredidas sólo por su religión y afirmó de manera tajante a los más de un millón de musulmanes que viven en Canadá: “Estamos con ustedes”.

“Treinta y seis millones de corazones están destrozados con los de ustedes”, afirmó Trudeau. “Sepan que los valoramos”.

La secretaria de tribunales de la ciudad de Québec, Isabelle Ferland, identificó inicialmente a los detenidos como Alexandre Bissonnette y Mohamed el Khadir. La policía dijo después que uno de ellos sólo fue testigo, pero no dijo cuál.

Sin embargo, la foto y nombre del sospechoso comenzaron a circular en medios canadienses y en redes sociales. Se trataría de Bissonnette, joven blanco de 27 años y al parecer residente en el suburbio de Cap-Rouge.

La policía imputó a Bissonnette seis cargos de asesinato en primer grado y cinco intentos de asesinato.

Los agentes descartaron que haya más sospechosos implicados. Trump llamó por teléfono a Trudeau para manifestar sus condolencias al pueblo canadiense y ofrecerle toda la asistencia que quiera.

El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, dijo que Estados Unidos “condena este ataque en los términos más enérgicos posibles. Es un terrible recordatorio de por qué debemos permanecer vigilantes y por qué el presidente ha adoptado medidas para actuar, en lugar de reaccionar en lo que toca a la seguridad y protección de nuestra nación”.

“Es una gran tragedia para nosotros”, afirmó Labidi entre lágrimas. “Nos agobia una tristeza que no podemos expresar”, dijo Mohamed Labidi, vicepresidente de la mezquita.

El presidente Enrique Peña Nieto manifestó la solidaridad de México con Canadá y con las familias de las personas asesinadas durante el ataque a la mezquita.

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