El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el rey de Arabia Saudí, Salman bin Abdelaziz, acordaron hoy la creación de zonas de seguridad en Siria y Yemen para ayudar a los refugiados desplazados por esos conflictos.
En una conversación telefónica, "el presidente requirió y el rey acordó apoyar zonas seguras en Siria y Yemen, así como respaldar otras ideas para ayudar a muchos refugiados desplazados por los actuales conflictos", informó la Casa Blanca en un comunicado.
Trump y el monarca coincidieron en "la importancia de fortalecer los esfuerzos conjuntos para luchar contra la propagación del terrorismo radical islámico, así como de trabajar de firma conjunta para afrontar los desafíos para la paz y la seguridad regional, incluidos los conflictos de Siria y Yemen".
El rey también invitó al presidente a "liderar un esfuerzo en Oriente Medio para derrotar al terrorismo y ayudar a construir un nuevo futuro, económica y socialmente, para el pueblo del Reino de Arabia Saudí y la región".
La Casa Blanca no precisó si ambos líderes trataron el polémico veto temporal decretado por Trump a ciudadanos de siete países de mayoría musulmana, incluidos Siria y Yemen, con historial de terrorismo.
Arabia Saudí es uno de los miembros de la coalición internacional que encabeza Estados Unidos para combatir al grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Irak Y Siria.
El reino saudí lidera otra coalición militar en Yemen, cuyo conflicto en estalló cuando los rebeldes chiíes ocuparon en septiembre de 2014 la capital y otras provincias del norte y centro del país, tras lo que el Gobierno yemení se trasladó a la ciudad meridional de Adén.
La guerra se recrudeció en marzo de 2015, cuando la coalición militar integrada por países suníes y respaldada por Estados Unidos intervino directamente en el conflicto a favor de las fuerzas leales al presidente Abdo Rabu Mansur Hadi, el único reconocido por la comunidad internacional, que huyó de Adén y se exilió en Riad.
lsm