El ex dictador y ex general panameño Manuel Antonio Noriega se apresta a retornar a su casa después de más de 27 años de cumplir condenas en prisiones de Estados Unidos, Francia y Panamá por narcotráfico y asesinatos. Ahora, cumplirá arresto domiciliario temporal debido a una cirugía por un tumor cerebral benigno a la que se someterá en los próximos días.
El favor de casa por cárcel, aprobado la semana pasada por la sala penal de la Corte Suprema de Justicia panameña, fue repudiado por el Comité de Familiares de Asesinados y Desaparecidos de la Dictadura Militar. “¿Y dónde está el derecho de las víctimas?”, cuestionó Maritza Maestre, miembro del Comité, al tiempo que aseguró que el ex general “sigue teniendo autoridad” y está “bien económicamente”.
Noriega asumió el poder en 1983 y fue depuesto con la invasión armada que Estados Unidos lanzó contra Panamá el 20 de diciembre de 1989. Fue detenido en enero de 1990 por tropas estadounidenses, trasladado a Florida, enjuiciado y condenado a 40 años de prisión por narcotráfico. En 2010 fue trasladado a Francia para cumplir otra condena de siete años por tráfico de drogas.
En diciembre de 2011, Panamá, EU y Francia acordaron su repatriación para que pagara en su país una pena de 60 años por la desaparición y muerte de Hugo Spadora, el médico que lo acusó de narcotráfico, y por una matanza de militares rebeldes, en octubre de 1989.
Se prevé que cuando se recupere de la cirugía, que será en un hospital público, Noriega regrese a prisión.
“Si se le permite quedarse en arresto domiciliario después de la recuperación sería un mal ejemplo”, dijo a EL UNIVERSAL Alina Spadafora, hermana, del doctor Spadafora.