Washington.— La Casa Blanca respaldó ayer de forma oficial los señalamientos hechos por el presidente Donald Trump sobre un supuesto fraude electoral durante las elecciones del pasado 8 de noviembre.
El lunes, el magnate reiteró su teoría de que perdió el voto popular debido a que entre 3 y 5 millones de inmigrantes “ilegales” votaron en su contra.
Ayer, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, reiteró que Trump “continúa creyendo” que existió un fraude en el que se contabilizaron millones de votos ilegales, y dijo que muchas informaciones sostienen la creencia del presidente de que los responsables fueron inmigrantes indocumentados.
Sin embargo, no se presentó ninguna evidencia que confirme esos dichos o pruebas contrastables, sólo se hizo referencia a un “informe” del centro Pew Research.
“[El presidente] continúa manteniendo su creencia basado en estudios y evidencia que la gente le ha presentado”, se limitó a comentar Spicer ante la prensa.
A pesar de haber ganado las elecciones, Trump parece no aceptar que Clinton lo superó en 2.9 millones de votos. Esta no es la primera vez que lanza insinuaciones al respecto. A finales de noviembre, cuando ya era presidente electo, el magnate tuiteó: “Además de ganar el Colegio Electoral por mucho, gané el voto popular si restan los millones de personas que votaron ilegalmente”. Esa vez, como ahora, tampoco presentó pruebas que sustenten sus palabras.
Esta tesis del presidente no encontró apoyo fuera de su equipo en la Casa Blanca. El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, dijo que puede asegurar de forma “muy, muy clara” no “haber visto ninguna evidencia en ese sentido”. El senador conservador Lindsay Graham rogó al presidente que “comparta con nosotros la información que tiene sobre esto o por favor deje de decirlo”.
Si las acusaciones fueran ciertas, lo procedente sería que se abriera una investigación oficial para esclarecer lo sucedido. Sin embargo, Spicer no quiso precisar si el Departamento de Justicia iniciará una revisión del caso. “Todo es posible”, se limitó a decir.