Siete activistas del grupo ecologista Greenpeace protestaron esta mañana en Washington D.C. colgados de una grúa de construcción a más de 80 metros de altura y desplegaron una bandera con la leyenda "Resist" (resiste) visible desde la Casa Blanca para demostrar su oposición a las recientes decisiones del presidente Donald Trump en materia ambiental.
Los inconformes escalaron la grúa que ya se encontraba cerca del cruce de la calle 15th y L, y no permitieron el acceso a los trabajadores. Además, ante la protesta, la policía cerró el paso al tránsito en las calles circundantes, afectando al tránsito local.
De acuerdo con USA Today, el portavoz de Greenpeace, Travis Nichols, dijo que la enorme bandera amarilla y naranja es una continuación de las protestas que comenzaron con la inauguración de Trump la semana pasada.
"Los activistas de todo el país todavía están en su lugar, llamando a aquellos que quieran resistir los ataques de Trump a la justicia ambiental, social, económica y educativa para contribuir a una América mejor", dijo el grupo ambientalista en un comunicado.
Dos manifestantes colgados de la bandera se balancearon con el fuerte viento, saludando al helicóptero de la policía que pasó volando cerca de ellos. También parecían estar sirviendo como contrapeso para evitar que la bandera se doblara con el viento.
Greenpeace también emitió una declaración de Pearl Robinson, uno de los activistas que desplegó la pancarta que se podía ver fácilmente desde la Casa Blanca. "El sol se ha levantado esta mañana en un nuevo EU, pero no es el de Donald Trump", dijo Robinson.
"Temo no sólo las políticas de la administración entrante, sino también a la gente envalentonada por estas elecciones a cometer actos de violencia y odio. Ahora es el momento de resistir", señala el texto.
El grupo ecologista manifestó su rechazo a las primeras acciones de la Administración Trump para retomar la construcción y uso de los oleoductos Dakota Access y Keystone XL, la remoción de toda mención sobre el cambio climático y los derechos de la comunidad LGBT en el sitio web de la Casa Blanca y lo que llamó una “orden de ahogo a la prensa” para los empleados de la Agencia de Protección Ambiental y el Departamento de Agricultura.
El presidente de EU, Donald Trump, emitió ayer una orden ejecutiva para habilitar la construcción de dos grandes proyectos de oleoducto que su predecesor, Barack Obama, había paralizado debido a su previsto impacto en el medioambiente.
Trump dio luz verde a la continuación de los oleoductos Keystone XL y Dakota Access, siempre que las empresas encargadas de construirlos estén dispuestos a "negociar" una serie de "términos y condiciones" con su gobierno.
Trump acompañó esas medidas con otro memorando que requiere que el acero necesario para construir esos oleoductos se fabrique en EU y un decreto que ordena acelerar las evaluaciones sobre impacto ambiental previas a la construcción de proyectos de infraestructura prioritarios, como autovías o puentes.
El mandatario prometió revitalizar la industria del acero y de los combustibles fósiles durante su campaña electoral, y con sus medidas pretende "hacer que el país avance hacia la independencia energética y crear empleos para los estadounidenses", según dijo su portavoz, Sean Spicer, en su conferencia de prensa diaria.
*Con información de Victor Sancho / Corresponsal
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