El presidente Donald Trump empieza a cumplir sus promesas de campaña y establecer las bases de su nuevo gobierno. En el inicio de su primera semana como mandatario, ayer firmó el decreto que retira al país del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), un tratado comercial que integra a 12 países y del que había prometido desprenderse.

La decisión es simbólica. El acuerdo estaba medio muerto: el Congreso nunca lo ratificó.

“Oficialmente hemos terminado con el TPP”, anunció Trump. El republicano se encontró con empresarios a los que había pedido “hacer nuestros productos aquí”, crear puestos de trabajo y, a cambio, les prometió recortes “masivos” en regulaciones para potenciar la industria nacional. “Hemos estado hablando de esto durante mucho tiempo”, declaró Trump.

El siguiente paso de esta tendencia proteccionista es la revisión del TLCAN, algo que sucederá, según el mandatario, “cuando llegue el momento”.

El senador republicano John McCain dijo que la decisión es “un error grave” con “consecuencias duraderas para la economía estadounidense”.

El senador Bernie Sanders, quien compitió con Hillary Clinton en las primarias demócratas, se mostró satisfecho con la acción.

Stephen Schwarzman, asesor de Trump, declaró sobre el TLCAN que Canadá tiene un “estatus especial”. “No han dicho nada específico sobre ningún problema que tengan”, comentó David MacNaughton, embajador canadiense en EU.

Las otras acciones. Además de la retirada definitiva del país del TPP, el presidente congeló todas las contrataciones a nivel federal —a excepción del personal fundamental para temas de seguridad y enrolamientos en el ejército—, como medida para frenar la “dramática” e “insostenible” expansión de funcionarios.

También decidió que a partir de ahora las organizaciones extranjeras sólo podrán recibir ayuda de EU si no ofrecen asesoría sobre abortos. Habrá que esperar para el tema migratorio.

Según el portavoz Sean Spicer, la posibilidad de revocar el decreto de Acción Diferida para Llegados en la Infancia, conocido como DACA, no está en las prioridades.

“Lo primero que va a hacer es instruir a las agencias que se centren en aquellos indocumentados que tengan historial criminal. Después vamos a examinar qué hacer con el resto de gente que está ilegalmente”, añadió. La posición de la Casa Blanca contradice la declaración del candidato a ser fiscal general del país, el antiinmigrante Jeff Sessions, quien declaró que la eliminación del DACA sería una prioridad.

Lo que es relevante es la construcción del muro en la frontera mexicana, para lo que el presidente “está haciendo todo lo que puede para instruir a las agencias y al Congreso para comenzar ese trabajo”. Con información de agencias

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