Kazajistán acoge el lunes las primeras conversaciones en un año entre rebeldes sirios y el gobierno del presidente Bashar Assad, a quien intentan derrocar.
Representantes de ambos bandos se sentaron enfrentados en una sala del lujoso Rixos Hotel de la capital kazaja, Astaná.
Se espera que el encuentro se centre en la consolidación del frágil alto el fuego en vigor en el país desde el pasado 30 de diciembre.
Las conversaciones están patrocinadas por Rusia, Turquía e Irán, cuyos representantes mantuvieron reuniones con delegados de ambos bandos el domingo por la noche y a primera hora del lunes.
La delegación de la oposición, que llegó a Astaná el domingo, está compuesta por una docena de figuras rebeldes y encabezada por Mohammad Alloush, del poderoso grupo Ejército del Islam.
El gobierno de Damasco envió a su embajador ante Naciones Unidas, Bashar Ja'afari, y a delegados militares.
msl