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Ante las políticas que implementará Donald Trump, el gobierno mexicano debe tomar acciones para dar certidumbre tanto a la población como a los connacionales residentes en Estados Unidos, y no esperar a que el nuevo presidente de Estados Unidos cumpla sus promesas de campaña, coincidieron especialistas.
Al participar en el Foro Retos para México en la era de Donald Trump, organizado por EL UNIVERSAL, expertos consideraron que el gobierno mexicano ha estado “en el pasmo”, puesto que desde el 9 de noviembre (un día después de las elecciones en EU) debió implementar acciones concretas para definir la política que seguirá México durante la administración de Trump en migración, seguridad y economía.
En el encuentro, moderado por la periodista Yuli García, expresaron su preocupación por los rasgos de autoritarismo que se percibieron en el discurso de la toma de protesta, porque el nuevo mandatario no moderó su discurso, por lo que advirtieron que el racismo podría profundizarse al grado de generar un clima tan hostil para los migrantes que terminen por “autodeportarse”.
Luis Ernesto Derbez, ex secretario de Relaciones Exteriores, dijo que las autoridades mexicanas “han desperdiciado” 70 días desde que Trump ganó los comicios hasta su toma de protesta, porque “no hemos hecho nada nosotros” para iniciar un proceso legal o detener la deportación de los co-
nnacionales, sino que “estamos esperando a que lleguen los dreamers, preparamos el terreno, aceptamos que los van a regresar.
“Lo más importante es que no hemos hecho nada nosotros, el problema no es lo que haga él (…). El 99% de los problemas que van a pasar son producto de nuestra inacción en México, más allá de lo que esté haciendo Trump y su equipo en Estados Unidos. La certidumbre se dará cuando actuemos. Yo no puedo estar esperando lo que hagas tú, pero sí saber lo que haré yo”, indicó.
Afirmó que la certidumbre no se da porque un gobierno diga: no voy a comprar autos Ford. “Eso es tonto, caer en esas tonteras es caer exactamente en ese nacionalismo de Trump y nos vamos convirtiendo en trumpistas”.
Enrique Berruga Filloy, representante permanente de México ante la ONU de 2003 a 2007, indicó que el país debe romper con la incertidumbre que está generando la llegada de Donald Trump a la presidencia de EU, en especial en materia comercial, que ha generado que los inversionistas no tomen decisiones correctas y que los mercados no reaccionen positivamente; advirtió que los próximos meses serán de mucha tensión.
“Algo que México tiene que romper muy rápido es la incertidumbre que está creando esto. Habría dos extremos, por ejemplo, en lo comercial: que hay un mejoramiento o se mantuviera el Tratado de Libre Comercio como lo conocemos, o que de plano desapareciera, pero cualquiera de los dos sería mejor que la incertidumbre en la que estamos. Hoy veíamos a un peso mexicano totalmente disparado, subía y bajaba como si fuera un electrocardiograma y creo que estas son cuestiones que México debe de atemperar y romper lo antes posible. Que caiga la baraja, pero que caiga pronto”, apuntó.
Paola Rojas, columnista de EL UNIVERSAL, coincidió en que México no está reaccionando a las medidas que pretende implementar el magnate y que más allá de la deportación de los dreamers, le preocupa el regreso de los connacionales con antecedentes penales, quienes podrían representar “un reto en materia de seguridad. Me parece que ni siquiera estamos reaccionando, parece que estamos en el pasmo, me preocupa, no la deportación de dreamers —que sería lamentable por las oportunidades que se cancelan, pero no dejan de ser un capital muy valioso—, pero lo que está antes es deportar a los que tienen antecedentes penales. Es un reto enorme para la seguridad, por si algo nos faltaba”.
Preocupación por migrantes
Luis Ernesto Derbez advirtió que de endurecerse la política migratoria de Estados Unidos, los migrantes latinoamericanos se quedarán varados en México, como está ocurriendo con los haitianos en el norte del país. Señaló que es una problemática de la que nadie se ocupa, la cual “puede despertar una reacción muy violenta de los mexicanos cuando empiece a haber problemas serios en la frontera.
“Mi preocupación es que nuestras autoridades y nosotros, los mexicanos, estamos hablando de Trump en lugar de qué puedo empezar a hacer desde ahorita. Olvídate de los 600 mil dreamers, son gente preparada, los que me van a preocupar son los 600 mil no dreamers que vamos a tener en la frontera que no tienen nacionalidad mexicana. Cuidado en no convertirnos en Trump, no podemos reaccionar como él, no podemos reaccionar mal con mal, porque no tiene sentido ni para México, ni para nadie”, enfatizó.
Enrique Berruga Filloy dijo que la migración será el tema social de mayor importancia, posiblemente el “más explosivo”, dentro de la relación bilateral porque “toca la fibra humana de forma más directa”.
Destacó que desde el 8 de noviembre “la gente siente que tiene licencia para maltratar a quienes no se parezcan a ellos. Esto puede ser muy irritante en la relación bilateral, porque en el momento en que los mexicanos comencemos a ver que unos de los nuestros son hostilizados de una manera que nos parece arbitraria, discriminatoria y racista, habrá reacciones acá”.
Argumentó que este fenómeno, conocido como “empaco y me voy”, generaría que los co-
nnacionales lleguen a la conclusión de que no vale la pena soportar agresiones.
Phil Mendelson, presidente del Congreso local de Washington DC, prevé que las políticas migratorias endurecerán con el paso de los años, pero espera que eso sea un estímulo para que se creen reformas a favor de los migrantes. “Me parece una idea horrible que deba haber tanto sufrimiento, pero quizá esa sea la manera de que haya una reforma”, dijo.
Manifestó que si la gente de México está preocupada, “nosotros lo estamos más porque lo vemos en nuestro propio país”. Advirtió que esas políticas convierten a EU en menos atractivo para que la gente vaya a vivir y a trabajar allá.
Sergio Alcocer, ex subsecretario para América del Norte, consideró que hay que tener paciencia y esperar para conocer los planteamientos de Trump. “Habrá que ver qué tanto de lo que se planteó en campaña se cumple; esto no implica que México se quede de brazos cruzados”.
Aseguró que el principal desafío para nuestro país es mantener la relación con el vecino del norte en un sentido bilateral, de tal manera que prevalezca el compromiso y la cooperación entre ambas naciones, en la que tanto México como EU asuman responsabilidades.
Evitar actitud “anti yanqui”
En cuanto a la economía, plantearon que México no debe caer en una actitud “antiyanqui” al dejar de consumir productos de Estados Unidos, puesto que sólo generaría más “hostilidad” entre ambos países. Destacaron que se debe de informar a la gente de los beneficios que ha traído el libre comercio para la región de Norteamérica al hacerla más competitiva y que muchos empleos dependen de esa relación.
Paola Rojas exhortó a la población a no caer en el discurso “nacionalista y anacrónico”, que coloca a los migrantes mexicanos en una situación de vulnerabilidad al tener que convivir con una sociedad “que sacó del clóset su xenofobia y su racismo, que se siente autorizada a agredir porque si el jefe lo hace, ¿por qué ellos no?”.
“Me parece que no sólo no hay que comprar ese discurso —de su guerra comercial y nacionalista—, hay que ser muy cuidadosos de no alimentar ese sentimiento antiyanqui porque es muy peligroso, sobre todo para los millones de migrantes mexicanos que están allá”, subrayó.
Phil Mendelson comentó que el tema de una posible renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte requiere de un entendimiento “más sofisticado” que sólo ser utilizado como una promesa de campaña. Destacó que en un mundo globalizado a algunas empresas les puede ir mucho mejor en otros países.
“Dejemos que el mercado decida eso, sin restricciones; si ponemos restricciones como impuestos de 35%, se sesga y ya no hay libre mercado. Todavía hay mucho resentimiento en EU sobre el Tratado de Libre Comercio, los economistas han dicho que ha ayudado no sólo a Estados Unidos, sino también a los países relacionados”, expresó Mendelson.
Sergio Alcocer comentó que se debe educar y explicar a la población de ambas naciones la ventajas de la alianza estratégica entre México, Canadá y Estados Unidos porque de ella dependen 4.9 millones de empleos.
“Creo que este tema debe mantenerse en un nivel estratégico, para ser uno de los puntos fundamentales en la relación. Incluso, cambiando de lugar las fábricas, la integración de los diferentes componentes llama necesariamente al trabajo conjunto”, destacó.