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Teori Zavascki, ministro del Supremo Tribunal Federal de Brasil y relator del caso conocido Operación Lava Jato, cuyas derivaciones involucran a unos 200 políticos brasileños de alto rango, murió ayer en un accidente de aviación, dejando en suspenso el rumbo de la mayor trama de corrupción en la historia del país.
La avioneta bimotor Beechcraft C90GT en la que Zavascki viajaba junto a otras tres personas desde la ciudad Sao Paulo se estrelló cerca de Ilha Rasa, en el litoral de Paraty (estado de Río de Janeiro), a dos kilómetros del pequeño aeropuerto al que debía llegar, y donde se registraba lluvia y mala visibilidad. Uno de los ocupantes fue rescatado con vida. El ministro, de 68 años, estaba de vacaciones y volaba en un avión de hotel Emiliano, que Carlos Alberto Filgueiras, dueño del hotel y amigo personal de él, le había prestado para viajar. Su muerte conmociona a Brasil: la Operación Lava Jato, aún sin finalizar, ha puesto bajo sospecha a casi toda la clase política.
En mayo de 2016 y ante la apertura del proceso de impeachment a Dilma Rousseff, Zavascki fue quien dictaminó que el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha —del Partido de Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), la facción del presidente Michel Temer— fuera suspendido ante las denuncias de corrupción que pesaban sobre él.
Un día antes de morir, Zavascki y su equipo habían comenzado a analizar los acuerdos de “delación premiada” con los ejecutivos de la constructora Odebrecht, la mayor del país, respecto de la cual se han hecho filtraciones sobre corrupción que han sacudido a Brasil. Hasta diciembre, el ministro había dictaminado 102 acciones cautelares pedidas por el Ministerio Público Federal en torno a la Lava Jato, entre las que había pedidos de prisión preventiva, aprehensiones, levantamiento de secreto bancario y fiscal, y escuchas telefónicas.
El presidente Michel Temer decretó tres días de luto oficial, tras resaltar la “trayectoria impecable” de Zavascki y tendría que nombrar al sustituto del ministro, aunque dada la importancia del caso que llevaba, existe, según dijo a EL UNIVERSAL Diego Soares Bento, analista en Derecho de la Universidad Federal de Río de Janeiro, “el mecanismo de sorteo también debería ser tenido en cuenta para ver quién sigue con la operación”.
Algunas voces pusieron en duda que lo ocurrido a Zavascki haya sido un accidente. Su hijo, Francisco Prehn Zavascki, había advertido que su padre estaba en peligro. “Desde que fue nombrado ministro del Supremo Tribunal Federal, la carga de trabajo aumentó y también la preocupación con respecto a su seguridad. Por esa razón, él ve cada vez más restringidas sus salidas”, dijo a la cadena BBC en 2015. EFE
