El presidente francés, François Hollande, visitó hoy Irak para mostrar su apoyo a este país en la lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI), mientras prosigue la ofensiva para arrebatar a los yihadistas el control de la ciudad de Mosul (norte) y sus alrededores.
El mandatario francés, acompañado por su ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian, y por el presidente de la región autónoma del Kurdistán, Masud Barzani, visitó el frente de batalla cerca de Mosul, la última urbe que los yihadistas controlan en Irak.
Según un comunicado de la presidencia kurda, Hollande declaró que Francia va a responder a las necesidades de las fuerzas kurdas "peshmergas", que han estado en la primera línea de la guerra contra el EI en el norte de Irak desde el año 2014.
Hollande declaró que el objetivo de su visita es "ver el avance de las fuerzas 'peshmergas' y las iraquíes", las cuales dieron comienzo a una gran ofensiva para expulsar al EI de Mosul el pasado 17 de octubre y renovaron su empuje la semana pasada, después de un periodo de estancamiento.
El progreso de las tropas gubernamentales se ha visto ralentizado por la resistencia de los yihadistas y sus contraataques en Mosul, así como por la presencia de civiles en el interior de la ciudad y por el mal tiempo de las últimas semanas.
Pero a pesar de los pronósticos negativos y de que la campaña se está extendiendo más de lo previsto, Hollande aseguró que "el EI retrocede ante las fuerzas iraquíes" y que la operación militar "durará unas semanas, no años", y la comunidad internacional verá "su fin en breve".
En una rueda de prensa conjunta con el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, en Bagdad, el presidente galo recalcó que Francia "participará con toda su energía" en la recuperación de Mosul y aseguró que su país está dispuesto a organizar una nueva conferencia internacional para reunir financiación para estos fines.
Aún así, Hollande destacó que los iraquíes son los que ganarán la guerra contra el EI y que Francia solo presta apoyo, consejo y respaldo aéreo a las fuerzas del país árabe que combaten sobre el terreno.
Francia participa en la coalición internacional antiyihadista liderada por Estados Unidos, que bombardea al EI en Irak y en Siria, a la que aporta cerca de 500 soldados y 30 aviones militares Rafale.
El Consejo de Seguridad del Kurdistán, que dio la bienvenida a la visita del jefe de Estado francés "en el marco del apoyo a las tropas kurdas en su lucha contra el terrorismo", destacó en un comunicado que Francia respalda con armas e instrucción al ejército kurdo, que se coordina con el nacional.
Por su parte, Al Abadi confirmó que el papel de la coalición internacional "se limita al consejo y apoyo a las fuerzas iraquíes" y que esta "no tiene fuerzas de combate en el territorio iraquí".
Además, el primer ministro elogió el papel de Francia en la alianza militar y subrayó que Irak hace frente a "una organización terrorista internacional, por lo que la cooperación en inteligencia con Francia y otros países es necesaria para acabar con sus planes criminales".
En el discurso de felicitación de Año Nuevo, Hollande señaló que Francia va a seguir combatiendo el terrorismo tanto en el exterior -con sus misiones en Mali, Siria e Irak, entre otras- como en el interior, para "desbaratar atentados", detener a sospechosos y "prevenir la radicalización".
"No hemos terminado con la plaga del terrorismo" y, de hecho, "la amenaza no se debilita", advirtió el presidente de Francia, país que ha sido escenario de brutales atentados reivindicados por el EI en 2015 y 2016.
El grupo radical todavía controla zonas del norte de Irak, donde irrumpió en junio de 2014 y desde donde proclamó un "califato islámico" en los territorios bajo su dominio.
En Siria, la organización tiene su principal base en la ciudad de Al Raqa, contra la cual la coalición internacional se dispone a lanzar un asalto junto a la alianza kurdo-árabe Fuerzas de Siria Democrática.
lsm