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En un movimiento masivo sin precedente, en los últimos meses se han sumado más de 300 ciudades de Estados Unidos y decenas de universidades e iglesias para proteger a quienes viven en el país como indocumentados. El triunfo de Donald Trump, el pasado 8 de noviembre, y su retórica antiinmigrante generó que varios estados del país se unan para defender los derechos de aquellos que aún no tienen voz ni voto en los Estados Unidos: los inmigrantes sin documentos.
“Si vemos un mapa hoy de todas las ciudades santuario que se han estado sumando a este movimiento, nos damos cuenta de la capacidad de reacción que provoca por un lado el miedo, pero por el otro, la compasión y la solidaridad” comentó a El Universal Eliseo Medina, líder comunitario. “Lo único rescatable de las amenazas de Trump es que nos ha unido más y el miedo de nuestra gente nos ha sensibilizado”, aseguró.
¿Qué es una ciudad santuario?
Se distinguen porque los gobiernos locales –estatales o municipales-, a través de sus congresistas o concejales, votan a favor de acciones que coadyuven a proteger a las personas que viven en esa comunidad sin papeles legales.
“Aprueban leyes locales que prohíben a la policía detener a alguien bajo sospecha de ser indocumentado; también prohíben avisar a las autoridades federales sobre casos de tránsito, por ejemplo, donde se ve involucrado algún indocumentado (a menos que se trate de un acto delictivo mayor). Tampoco pueden compartir bases de datos, como en California, donde se han otorgado licencias para manejar a cerca de 800 mil personas sin papeles” explicó Medina.
A las ciudades santuarios hay que sumarles otras áreas con una mayor fortaleza: las universidades e iglesias santuarios. “Estamos hablando de propiedad privada donde las autoridades federales no pueden entrar a menos que traigan una orden de un Juez [federal] y Éstas son difícil de otorgarse” explico Eliseo. El propio alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, lo señalo a EL UNIVERSAL: “No vamos a colaborar con las autoridades federales para que detengan a nuestra gente sin papeles, vamos a protegerlos” y añadió, “ya di las instrucciones para que la policía y ninguna autoridad o empleado de esta ciudad colabore o dé información sobre nuestras familias”.
Garcetti es nieto de un italiano radicado en Parral, Chihuahua, por parte de padre, que emigró a Estados Unidos y aunque su mama nació en Arizona, su abuelo materno es de Sonora. “Mis raíces también son estas [las de inmigrantes], ¿quién más podría entenderlos?
“Y no sólo vamos a protegerlos, si alguno es detenido vamos a defenderlo legalmente”, aseguró.
En ciudades como Los Ángeles, Chicago, Nueva York y Seattle se han comenzado a crear fondos legales de apoyo para quienes resulten detenidos con órdenes de deportación, una medida que otras ciudades o condados ya están llevando a cabo.
En el caso de los Distritos Escolares y las Universidades, el Centro Nacional Legal de Inmigración ha dado a conocer una declaración de principios que, sin ser ley ni tener valor legal, es una guía de principios para proteger a indocumentados. Las Universidades y Colegios declarados santuarios, tampoco están obligados a compartir ningún tipo de información –como el estatus migratorio de sus estudiantes- con las autoridades federales.
En el caso de las iglesias, las de origen protestante parecen ser más activas que de otras denominaciones; aunque algunas católicas también están involucradas.
En California, por ejemplo, un movimiento llamado “Coalición de Pastores de Los Ángeles (COPALA), ha dado a conocer que no sólo quieren dar un espacio físico a quienes puedan necesitarlo, “también queremos ir más allá, estar preparados para orientarlos; qué deben decir si los detienen, cuáles son sus derechos y en el último de los casos, apoyarlos legalmente si ya están en medio de una orden de deportación”, explicó Martín García, uno de los fundadores de COPALA.
“También queremos crear redes y grupos vecinales para que a través de la tecnología, como el celular, se mantengan alerta e informados de alguna redada”, comentó.
Este movimiento religioso lo denominan “Mateo 25”, por el Evangelio del mismo nombre, versículo 25 en el que Jesús recibe a un forastero.
¿Son ilegales las Ciudades Santuario?
“No son ilegales porque, en la mayoría de los casos, son acuerdos con bases legales locales; hay que recordar que en este país cada ciudad, condado y estado son soberanos y libres de enmarcar sus acciones como mejor les convenga”, explicó a EL UNIVERSAL el abogado especialista en inmigración Alex Gálvez, “pero debemos entender que las acciones de cada ciudad o condado o estado no pueden estar por encima de la Constitución. Entonces, lo que se necesita para detener a alguien dentro de una iglesia o una Universidad es la orden de un Juez federal. De ahí en adelante hay que defender en corte a las personas afectadas y, según sea el caso, podremos ayudarlos a que se queden”, precisó el especialista.
Cada persona con orden de deportación es un caso diferente en circunstancias únicas. “Muchas veces sí podemos ayudarlos y lograr que se queden”, aseguró Gálvez, “especialmente si ya tienen 10 años o más en el país y uno o más hijos nacidos aquí”.
Los “Dreamers o Soñadores”
A diferencia de los indocumentados en general, los llamados “Soñadores” son estudiantes o ya profesionistas que recibieron un permiso temporal para poder estudiar, trabajar y vivir legalmente en Estados Unidos. Lo delicado del asunto es que fue a través de una Acción Ejecutiva del Presidente saliente Barack Obama y el Presidente entrante Donald Trump ha prometido derogar o cancelar esos permisos conocidos como DACA, (Acción Diferida de los Llegados en la Infancia).
“Todos estamos esperando que llegue el día 20 de enero, no sabemos si de verdad lo va a hacer; lo ha dicho tantas veces que si tenemos mucho miedo pero no perdemos la fe y la esperanza de que se dé cuenta que nosotros somos ya una parte importante de este país” dijo un “soñador” que pidió el anonimato, “el –Trump- que tanto dice que hagamos de los Estados Unidos otra vez algo grande, ahí también estamos nosotros, nos hemos educado en este país, con los recursos de este país y la calidad de este país; ¿será que quiere que el potencial aprendido lo desarrollemos en otra parte?, ¿será que quiere regalar los recursos gastados en nosotros a otros países?” se preguntó angustiado este joven.
Lo que viene
El presidente electo, Donald Trump, ha dicho que retirará parte de los fondos federales a las ciudades, condados y estados que se nieguen a acatar una eventual política antiinmigrante.
“Esta es una amenaza que nada tiene que ver con una democracia y un país de libertades”, señaló Eliseo Medina, “la coacción es sólo un reflejo de lo que podemos esperar en caso de que en verdad actúe de esa manera la nueva administración”.
Las ciudades que iniciaron todo este movimiento son Los Ángeles, California; Chicago, Illinois; Nueva York, Nueva York; Seattle, Washington. En la actualidad hay más de 300 áreas localizadas y marcadas en todo Estados Unidos, de acuerdo con cifras del Centro de Estudios Sobre Migración.
Por supuesto, el gobierno federal tiene la potestad de llevar a cabo redadas en distintas áreas. No sería nada nuevo. Se llevaron a cabo durante los gobiernos de Bill Clinton, George W. Buch y Obama. Si la administración Trump decide retomarlas sería un error catalogarlo de reaccionario, aseguran especialistas.
Según el Centro de Estudios sobre Migración, en Estados Unidos existen 800 mil indocumentados con antecedentes penales graves, una cifra muy lejana a los 2 o 3 millones que Donald Trump ha sugerido que existen.