Donald Trump podría violar la Constitución de Estados Unidos desde el momento en que asuma como presidente del país, a causa del conflicto de intereses por sus negocios, consideró hoy el periódico Los Angeles Times.

La única solución es que Trump se despoje de sus negocios, y en especial de todas las inversiones que mantiene en el extranjero, “o al menos debe colocarlo en un fideicomiso”, indicó el especialista Erwin Chemerinsky, en un artículo publicado este jueves por el rotativo.

“En una palabra, las soluciones propuestas de Trump son ridículas”, opinó Chemerinsky en referencia a las declaraciones realizadas por el presidente electo de Estados Unidos en su primera conferencia de prensa ofrecida el miércoles.

Trump aseguró que mantendrá su imperio empresarial y que no colocará sus activos en un “fondo ciego” a cargo de un gestor independiente y sin relación con su familia, como ha sido la norma entre sus predecesores.

Anunció que dejará sus empresas a cargo de sus dos hijos mayores y uno de los ejecutivos de la Trump Organization.

El presidente electo se comprometió a no cerrar ningún acuerdo empresarial en el extranjero durante su presidencia y a donar al Tesoro estadunidense los ingresos que sus hoteles generen de funcionarios y gobiernos foráneos.

“Aunque el plan es vago en detalles cruciales, claramente no es lo suficientemente fuerte como para mantenerlo dentro del derecho de la Constitución”, advirtió Chemerinsky.

“El presidente electo Donald Trump tampoco aprecia, o no le importa, que sus extensas posesiones de negocios plantean serios problemas legales”, señaló Chemerinsky, erudito en Derecho Constitucional en Estados Unidos y decano de la Universidad de California.

Las explotaciones comerciales de Trump son incompatibles con la cláusulas constitucionales, indicó Chemerinsky, tras citar como ejemplo que el mayor inquilino en la Trump Tower es el Banco Industrial y Comercial de China.

“¿Adivina a quién pertenece ese banco? A la República Popular de China. Por lo tanto, los pagos de alquiler constituyen un emolumento -un salario, honorario o beneficio- de un Estado extranjero”, señaló el experto.

“Las soluciones propuestas de Trump son risibles. ¿Y qué si él dona ‘beneficios’ de gobiernos extranjeros al Tesoro de los Estados Unidos?”, cuestionó.

Todo lo que tiene que hacer es aceptar el dinero de un gobierno extranjero y ya está en violación de una cláusula de la Constitución -no importa si constituye un beneficio, o dónde el dinero en última instancia termina, indicó.

Centrarse en las ganancias, además, ignora las innumerables maneras en que sus negocios pueden beneficiarse de gobiernos extranjeros que nunca aparecerían en un balance general, señaló.

Es ampliamente conocido que Trump presionó a un aliado político británico para oponerse a un proyecto de energía eólica, solo porque podría arruinar la vista de su campo de golf en Aberdeen, Escocia.

Trump también dijo que no participaría en nuevos negocios extranjeros. Sin embargo, en la misma conferencia de prensa dijo que conversó a principios de enero con un desarrollador en Dubai sobre una inversión de dos mil millones de dólares en bienes raíces, que en última instancia declinó.

Y después de las elecciones, Trump y sus hijos se reunieron con socios comerciales indios que están construyendo un complejo de apartamentos de lujo de marca Trump al sur de Mumbai. ¿Qué constituye un “nuevo" trato?, preguntó el rotativo.

El problema del conflicto de interés se mantiene porque la familia Trump, y finalmente Trump, se beneficiarán de innumerables formas de las decisiones que se originan en la Casa Blanca, concluyó.

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