Las autoridades evacuaron a residentes varados en las intensas nevadas que cayeron ayer sobre el este de Europa, mientras la gente sufría viajes demorados, cortes de electricidad y temperaturas gélidas. Los migrantes e indigentes corrían grave riesgo.
La ola de frío ha provocado al menos 73 muertes, y las temperaturas en algunos lugares son las más bajas de las últimas décadas. Polonia, el país más afectado por el frío, informó de dos muertes el miércoles a medida que las temperaturas hacían estragos en varios países de la región. Hasta el lunes se reportaba una veintena de decesos en esa nación.
La armada griega envió un buque a la isla de Lesbos para alojar a medio millar de refugiados y migrantes. Una asociación médica en la isla dijo que las condiciones en el campamento principal eran “inhumanas”, pues los migrantes están expuestos a las temperaturas gélidas en sus carpas.
El grupo de derechos humanos Amnistía Internacional (AI) exhortó a la Unión Europea y al gobierno griego a trasladar a los migrantes desde las islas al continente y lanzó un petitorio en internet.
Grandes franjas del norte y este de Bulgaria estaban paralizadas por montones de nieve que bloqueaban las rutas y dejaron a 117 poblaciones sin electricidad. La ruta principal de Sofía, la capital, al puerto de Burgas en el Mar Negro estaba intransitable y fue cerrada.
Soldados búlgaros utilizaron maquinaria pesada para despejar las rutas principales, rescatar gente y llevar alimentos y agua a poblaciones remotas. El Ministerio de Energía dijo que rechazó pedidos de electricidad de sus vecinos Grecia y Turquía para no tener que racionar el suministro interior.
En Kosovo, la policía halló a un indigente muerto, aparentemente de hipotermia, la segunda víctima del frío en el país. A medida que la temperatura caía a 25 bajo grados Celsius bajo cero, se registraron cortes de electricidad en muchas localidades. Los meteorólogos dijeron que era el clima más frío desde 1963.
La nieve continuó aislando comunidades en el sur de Albania, donde han muerto nueve personas desde que comenzó la ola de frío, en su mayoría personas sin vivienda.
Personal del ejército en helicópteros y autoridades de atención de emergencias estaban distribuyendo ayuda en áreas montañosas remotas, mientras las carreteras eran despejadas con la ayuda de vehículos pesados militares y civiles.
En Rumania fueron cerradas más de 130 carreteras debido a ventiscas que ocasionaron enormes demoras y cancelaciones en el servicio de trenes.
En Serbia, donde se atribuye al frío reciente la muerte de seis personas, las autoridades rescataron a 130 residentes bloqueados por nieve. Decenas de vehículos rescataron a personas varadas por la acumulación de nieve.
En grandes pabellones que antes servían como terminales de ferrocarril y aduana en Belgrado, migrantes intentan refugiarse del frío hasta que puedan seguir su viaje al oeste del continente. De acuerdo con el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), son en torno a unas mil personas, que para calentarse queman las antiguas traviesas de las vías. “Es insorportable”, señala un paquistaní de 20 años que se identifica como Amin. “Llevo aquí dos meses y antes necesité otros dos meses para llegar. He gastado 4 mil euros. He pedido ayuda a mi padre, pero no tiene más dinero. Ahora no puedo volver ni tampoco seguir”, dice.
En Bosnia, las autoridades dijeron que desde el 2 de enero han muerto cuatro ancianos por hipotermia.
La policía fronteriza de Moldavia cerró temporalmente siete cruces fronterizos con Ucrania debido a la fuerte nevada. En las partes más afectadas de Serbia y Rumania fueron cerradas las escuelas, así como en la isla griega de Lesbos.
Ayer mismo, el ministro alemán del Interior, Thomas de Maizière, señaló que el país recibió en 2016 a 280 mil peticionarios de asilo, lo que supone un descenso de 68% con respecto al año anterior, cuando llegaron 890 mil personas buscando refugio.
Un total de 256 mil 136 personas (36.8% de los solicitantes) fueron reconocidas como refugiadas según la Convención de Ginebra, 153 mil 700 (22.1%) recibieron protección subsidiaria de acuerdo con la legislación de asilo y 24 mil 84 personas (3.5%) consiguieron evitar por diversos motivos la expulsión del país. Alrededor de 36% de expedientes presentados son de ciudadanos sirios, 17% de afganos y 13% de iraquíes.