El presidente turco Recep Tayyip Erdogan aseveró hoy que el ataque en una popular discoteca de Estambul, tiene como objetivo crear caos e inestabilidad, por lo que aseguró que Turquía luchará hasta el final contra el terrorismo.
Erdogan llamó también a la unidad del pueblo turco para lograr la paz en el país, tras condenar el ataque ocurrido durante las celebraciones del Año Nuevo en el club nocturno Reina, en el cual 39 personas murieron y otras 69 resultaron heridas.
“Tienen como finalidad desestabilizar a nuestro país y desencadenar el caos, desmoralizando a nuestro pueblo a través de ataques atroces dirigidos contra la población civil”, dijo el líder turco en un comunicado publicado en la página web de la Presidencia.
Sin embargo, “nosotros, como nación, nunca dejaremos el paso (libre) a estos juegos sucios, uniéndonos aún más para preservar nuestra tranquilidad”, sostuvo.
Erdogan prometió que Turquía continuará la lucha antiterrorista por siempre, ya que el “ataque brutal” en Estambul mostró claramente que el terror no discrimina y que su objetivo es derramar sangre, arrebatar vidas y dañar a la gente.
“Estamos decididos a erradicar las amenazas y los ataques contra nuestro país desde su origen”, indicó y aseguró que la justicia irá con determinación tras los terroristas y sus patrocinadores, de acuerdo con reportes del periódico turco The Hurriyet.
“Vamos a luchar no sólo contra los ataques armados de los grupos terroristas y aquellos que estén detrás de ellos, sino también en contra de sus ataques económicos, políticos y sociales, hasta el final”, puntualizó.
Erdogan emitió su mensaje después del ataque en el club Reina a primera hora de este domingo, cuando hombres vestidos con traje de Santa Claus dispararon contra los presentes, causando la muerte de 39 personas y lesiones a otras 69.
De los 21 muertos identificados hasta ahora, 15 son extranjeros, procedentes de Arabia Saudita, Marruecos, Líbano y Libia, precisó por su parte un despacho de la agencia estatal de noticias Anadolu.
La policía continúa la búsqueda de los responsables del ataque, el cual se produjo tres semanas después de un doble atentado en Estambul, que dejó al menos 45 muertos, la mayoría de los cuales eran agentes de policía.