Un hombre armado irrumpió en una fiesta familiar el sábado en la noche y mató al menos a 11 personas antes de suicidarse, durante las celebraciones de Año Nuevo en la ciudad de Campinas, en el sureste de Brasil.
La policía del estado de Sao Paulo dijo que el agresor estaría molesto por la separación con su ex esposa, quien murió en el ataque. Medios locales reportaron que también falleció el hijo de 8 años de la pareja.
Un portavoz de la policía no pudo confirmar las identidades ni las edades de las víctimas, ni tampoco si un hijo del atacante, quien aún no es identificado, estaba entre ellas.
Reportes de medios locales hablan de un total de 15 personas baleadas y que varias siguen en condiciones graves.
Un vecino entrevistado por la red de televisión Globo declaró que él y su familia escucharon estallidos unos 15 minutos antes de medianoche pero que no los reconocieron inmediatamente como disparos.
Sólo cuando una de las víctimas entró a su propiedad, sangrando y pidiendo ayuda, los vecinos se dieron cuenta de que había un tiroteo. La policía estatal dijo que recibió la llamada de auxilio a las 12:40 hora local (0240 GMT).
Si bien Brasil sufre de altas tasas de crimen y violencia, no son comunes los tiroteos masivos.
Campinas, ciudad industrial y universitaria de poco más de 1 millón de habitantes, se ubica a unos 100 kilómetros al noroeste de Sao Paulo, la mayor metrópolis de Brasil.