Con la muerte del astronauta –el primer estadounidense en orbitar la Tierra– y ex senador demócrata John Glenn, Estados Unidos ha perdido un ícono, lamentó hoy el presidente Barack Obama.
En un breve mensaje, el mandatario estadunidense envió sus condolencias a la viuda de Glenn, Anie, a sus hijos John y Carolyn, y a toda su familia.
“El último de los primeros astronautas nos ha dejado, pero impulsados por su ejemplo, sabemos que nuestro futuro aquí en la Tierra nos compele a seguir buscando los cielos. A nombre de una nación agradecida, buen viaje John Glenn”, señaló Obama.
Glenn, quien murió a los 95 años, fue hospitalizado la víspera en el Centro de Cáncer James de la Universidad Estatal de Ohio, en Columbus, aunque las autoridades del nosocomio no dieron a conocer las causas de su ingreso ni el estado de salud que guardaba.
Se trataba del último sobreviviente de los siete que fueron reclutados para integrar el programa espacial Mercury 7, bajo el cual Estados Unidos lanzó los primeros vuelos tripulados al espacio entre 1961 y 1963.
El 20 de febrero de 1962, Glenn hizo historia al orbitar la Tierra a bordo de la nave Friendship 7, convirtiéndose en el quinto hombre en el espacio tras los cosmonautas rusos Yuri Gagarin y Gherman Titov, y sus compatriotas Alan Shepard y Gus Grissom.
En 1974, Glenn ingresó al mundo de la política al ser electo como senador demócrata por su natal Ohio, escaño que ocupó hasta 1999, cuando decidió no reelegirse para el cargo.
En 1998, un año antes de su retiro de la política, Glenn volvió a hacer historia como la persona de más edad en ser enviada al espacio, como parte de la tripulación del transbordador espacial Discovery, a los 77 años.
El cuerpo de Glenn será llevado a la rotonda del capitolio estatal en señal de respeto por sus contribuciones al programa espacial y la vida política del estado, para ser enviado después a la Universidad Estatal de Ohio para que el público pueda rendirle tributo.
Está previsto que sus restos sean sepultados en el Cementerio Nacional de Arlington, Virginia, en las inmediaciones de Washington, donde descansan militares, ex presidentes y ex legisladores.