Una niña de 7 años murió esta madrugada en el Hospital del Niño de La Paz donde se encontraba ingresada después de que el pasado jueves su madrastra y su padre le propinaran una paliza a ella y a su gemela.
El jueves pasado, la madrastra, Brigida M. A., "agredió brutalmente" a la menor, Abigail, causándole varios traumas craneoencefálicos, un edema cerebral y fracturas de hueso, según informó hoy la Fiscalía Departamental de La Paz.
Ingresó el viernes en el hospital y tras cinco días en cuidados intensivos, la menor no mejoró y falleció en la madrugada de hoy tras una falla multiorgánica, afectación del sistema renal, cardiovascular y hepático.
La Fiscalía imputará tanto a la madrastra como al padre, José Luis Ch. P., por el delito de infanticidio, que tiene la pena máxima en Bolivia, 30 años sin derecho a indulto.
"La comisión de fiscales ya ha ampliado el tipo penal por el delito de infanticidio, precisamente por la situación de vulnerabilidad de la niña", dijo a los medios el Fiscal Departamental de La Paz, Edwin Blanco.
La madrastra no sólo agredió a la menor fallecida sino también a su gemela, según el propio testimonio de la menor, causándole lesiones en el rostro, tórax, abdomen y extremidades superiores e inferiores.
La hermana de Abigal se encuentra alojada en un centro social en la ciudad de El Alto, en un "acogimiento provisional o transitorio, hasta que la familia ampliada -tíos, abuelos, etc.- pida la reinserción familiar", según informó Blanco.
La gemela que aún vive contó a la Fiscalía que el padre también participaba en las palizas, lo que llevó al Ministerio Público a acusar a la pareja, en un principio, de tentativa de infanticidio y lesiones leves y graves.
Por esas acusaciones ambos fueron enviados a prisión preventiva en el penal de San Pedro, en el caso del varón, y al Centro de Orientación Femenina de Obrajes, para la mujer.
La madre de las niñas, que vive en Perú, señaló a los medios bolivianos que no veía a sus hijas desde hace seis meses porque el padre no lo permitía.
Según los datos de la Defensoría del Pueblo, que realiza un seguimiento mediático de estos casos, en la primera mitad de 2015 al menos 30 niños fueron asesinados en Bolivia, y en 2014 se registraron 73 casos de infanticidio.
"Estos reportes de violencia demuestran que fallan nuestros niveles de prevención en los hogares, en la familia, en las escuelas y en las universidades", criticó hoy el Defensor del Pueblo, David Tezanos.
Un informe de la ONG Aldeas Infantiles en el país andino, "Situación de los derechos de los niños y niñas que han perdido el cuidado parental o que están en riesgo de perderlo", muestra que 1.107.000 menores bolivianos viven violencia psicológica, física o económica.
Y 65.000 se encuentran en situación de extrema violencia física o psicológica, según este reporte realizado durante 2015 con 145 entrevistas en profundidad, 11 grupos focales y 4.700 encuestas.
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