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Apenas un kilómetro separa la popular barriada de Bogotá en que vivía la niña de siete años Yuliana Andrea Samboni del exclusivo sector de Nueva Granada, un abismo social que recorrió el domingo tras ser raptada por uno de sus vecinos ricos, en cuya casa murió posiblemente tras sufrir abusos sexuales.
Yuliana jugaba a las puertas de su humilde hogar junto con su hermana, de tres años, y un primo algo mayor, según explicó a Efe una de sus tías, quien prefirió no dar su nombre ni mostrar su rostro a la cámara.
Llegar a la precaria vivienda, construida en las lomas orientales de Bogotá, no es fácil. Es necesario internarse por una carretera a medio asfaltar que serpentea por los cerros hasta la casa de los Samboni.
Allí conviven padres, tíos, primos y hermanos en unas condiciones de pobreza que contrastan con el sector de Chapinero sobre el que se eleva su barrio, el Bosque Calderón Tejada.
La familia vive con el sueldo del padre albañil, quien sostenía a la pequeña Yuliana, la hermana menor y debía ser suficiente para un nuevo vástago que espera la madre, hoy hospitalizada.
El pasado domingo toda la familia amaneció en un festivo más cuando uno de sus vecinos ricos, cuyo nombre no ha facilitado la Policía por temor a una posible intromisión en la investigación (pero que la prensa identificó como Rafael Uribe Noguera, un arquitecto de 38 años), llegó hasta la remota zona a bordo de una camioneta de alta gama.
Frente a la casa, donde se acumulan restos de materiales de construcción y que parece poco preparada para las inclemencias de las lluvias de Bogotá, se paró el conductor, se ganó la confianza de Yuliana, la atrajo hasta el asiento del copiloto y la empujó dentro del vehículo, según detalló su tía.
Entonces el conductor se dio a la fuga siguiendo la vía en búsqueda de la otra salida del barrio, sin embargo chocó contra un camión de acarreos y tuvo que darse la vuelta para salir por el camino por el que entró.
En ese lapso, el primo de Yuliana acudió a avisar a la madre de la menor de lo que había sucedido.
Esta, pese a su avanzado estado de gestación salió corriendo para intentar parar el carro en el que se llevaban a su hija por la única vía que recorre el Bosque Calderón Tejada.
Sin embargo, entre la confusión no supo identificar el vehículo en el que se llevaban a su hija pese a que pasó por su lado, según constataron los vecinos gracias a las cámaras de seguridad del barrio.
"Todos vieron la camioneta y eso se puede ver en los videos, pasó por al lado de muchos pero nadie sabía del hecho. Si los papás hubieran alertado la camioneta no hubiera salido del barrio", detalló Sonia, vecina de los Samboni.
La mujer comentó que en otras ocasiones cuando alguien ha intentado robar en la zona los propios vecinos lo impidieron porque "es un barrio muy unido".
Sonia, como muchos otros, se preguntan si el conductor, quien hasta el momento no ha sido detenido y se encuentra ingresado en un centro médico por "una crisis", había visitado la zona previamente.
Son muchos los vecinos que relatan que últimamente varios vehículos de alta gama han pasado por la zona, algo que en opinión de la presidenta de la Junta de Acción Comunal (JAC), Marta Inés Díaz, se debe a inmobiliarios que recorren la zona porque ambicionan impulsar proyectos de construcción en un área de paisaje privilegiado.
Desde que conoció la noticia, Díaz puso en marcha una campaña para recaudar fondos que permita a la familia Samboni financiar el funeral de Yuliana y su traslado a la pequeña aldea del departamento del Cauca (suroeste) en que nació.
"En el barrio somos muy solidarios y hemos tenido muy buena respuesta", agregó Díaz.
Las muestras de solidaridad e indignación no tardaron en llegar y a las puertas del edificio donde vive el presunto responsable del rapto se reunieron hoy una decena de vecinos del barrio Nueva Granada para reclamar justicia y cadena perpetua.
Juliana Botero, quien hizo la convocatoria frente al edificio, subrayó que en Colombia se han conocido "muchos casos donde la justicia no opera pertinentemente y las cosas quedan archivadas, en el olvido".
"Esta es una familia de escasos recursos y el presunto asesino de Yuliana procede de una familia adinerada. Naturalmente en Colombia lo dice la historia, los casos tienen preferencia a esas personas de no judicializarlas y darles una sentencia de mano fuerte", concluyó.
*Con información de agencias y El Tiempo - Colombia / GDA
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