Más Información
Extinción del Inai; Adrián Alcalá pide a legisladores garantizar protección de datos y acceso a información
FOTOS: "Estábamos abriendo la bodega cuando nos sacaron los militares"; trabajadores narran operativo en plaza de izazaga
“Vamos por todos los peces corruptos”; Raquel Buenrostro rinde protesta como secretaria de Función Pública
Taddei insiste a Morena que se necesitan 13 mmdp para elección judicial; acuerda revisar presupuesto de nueva cuenta
De manera oficial, Celia Castedo Monasterio se convirtió este jueves en testigo de excepción dentro de la investigación por el accidente aéreo en Rionegro (Antioquia) de un avión de la empresa LaMia, en el que murieron 71 personas.
Una comisión tripartita, conformada por autoridades civiles y militares de Colombia, Brasil y Bolivia, empezaron a recaudar la evidencia para establecer las causas del accidente, y Castedo es una de las que encabeza la lista junto con la controladora de vuelo colombiana Yaneth Molina.
Dos horas antes de que el avión Avro RJ85 despegara del aeropuerto Viru Viru, en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), Castedo advirtió que el combustible no era suficiente para llegar a Medellín (Colombia).
“Increíble. Ahí está toda la información referente al accidente de la empresa LaMia”, escribió la mujer en una de sus cuentas en redes un día después del siniestro aéreo y reaccionando a la información que se empezó a conocer.
Castedo, que se graduó en 1986 del Instituto de Aviación Civil de Bolivia, es técnica aérea coordinadora, especializada ARO/AIS de la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea (Aasana). Ella hace parte del grupo de expertos que se encargan de verificar, aprobar y dar curso a los planes de vuelo.
Por un sueldo de 4.326 bolivianos –618 dólares al mes–, cubre turnos de 8 horas, y el vuelo siniestrado era uno de los últimos aviones que revisaba ese lunes 28 de noviembre.
¿Parentesco?
La profesional dejó constancia de las irregularidades que detectó en el plan de vuelo de la aeronave, las cuales inexplicablemente fueron pasadas por alto.
Castedo ya declaró que de manera insistente le dijo al despachador de LaMia que el tiempo de ruta era igual a la autonomía de vuelo (cantidad de combustible), violando normas locales e internacionales.
Para respaldar sus afirmaciones, citó como testigos a Roger Roca, funcionario del circuito de comunicaciones del aeropuerto, y a Javier Gunter, de meteorología, quienes estaban en el mismo turno.
¿Quién dejó despegar el avión a pesar de la exigencia de la inspectora para que cambiaran el plan de vuelo?
El presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció que pedirá que se confirme oficialmente el nexo familiar entre Gustavo Vargas Gamboa, gerente de LaMia, y Gustavo Vargas Villegas.
Este último formaba parte de la junta de la Dirección General de Aeronáutica Civil de Bolivia.
Sin dar mayores detalles y tras admitir que voló varias veces con Vargas Gamboa, el presidente Morales aseguró que desconocía que LaMia hubiera obtenido licencia para operar en su país. Ahora se quiere establecer si esos nexos de poder permitieron que, a pesar de las advertencias de Castedo, la aeronave despegara sin problema.
Según las normas, las aeronaves deben llevar combustible suficiente para cubrir la ruta más 1 hora y 15 minutos, en promedio.
Castedo también advirtió que para este tipo de desplazamientos, se deberían tener al menos dos aeropuertos alternos para aterrizar en caso de dificultades. El CP-2933 solo había previsto el aeropuerto El Dorado de Bogotá.
La otra profesional
A 2.963 kilómetros de Santa Cruz de la Sierra, donde vive Castedo, conocida entre sus amigos como la ‘Chiqui’, vive otra profesional, también clave dentro de la investigación: Luz Yaneth Molina Ovalle.
Molina es la controladora de vuelo a cargo de la torre de control del aeropuerto José María Córdova de Rionegro.
Como lo dejó en evidencia el audio de la conversación entre el piloto de LaMia, Miguel Quiroga, y la torre, Molina despejó en segundos el espacio aéreo para darle paso a la nave que nunca reveló la gravedad de su emergencia. (Además: Esto es parte de la conversación entre la torre de control y el piloto).
Al igual que Castedo, la colombiana es una curtida y respetada profesional, con 22 años de experiencia, que de entrada aseguró que aplicó todos los procedimientos internacionales previstos parta este tipo de emergencias. Sin embargo, no es su conducta la que está bajo la lupa, sino las indicaciones e información que entregó el piloto Quiroga.
Por ahora, los fiscales de Colombia, Brasil y Bolivia se reunirán el miércoles en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), para agilizar la investigación.