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Hay tiendas que los cubanos jamás imaginaron ver… hasta ahora. Durante un recorrido que hizo EL UNIVERSAL por las calles de La Habana se pudo apreciar que tiendas de grandes marcas como Adidas, Puma, la boutique Jennifer López, entre otras, ocupan un espacio en las calles de la parte antigua de la ciudad, lo que se ha convertido en la nueva atracción.
La economía cubana debe hacer cambios para superar sus problemas estructurales rumbo a los próximos años. Los ciudadanos ganan muy poco para poder adquirir un producto, incluso los más básicos, porque el sueldo promedio estatal es de aproximadamente unos 24 dólares al mes.
Explican que, independientemente de la muerte Fidel Castro, la economía ya estaba afectada y que siempre habían tenido problemas.
Alejandro vende libros en un parque y, aunque al principio dice con cierta indiferencia que con su sueldo puede sostener una familia, después confiesa que apenas le alcanza para sobrevivir y que sólo en algunas ocasiones se puede dar un gusto.
Rosa María, una vendedora de cocos, por el contrario, es tajante: en Cuba no se necesitan cambios, ellos quieren seguir como están. “Todos los cubanos vivimos bastante aceptablemente dentro de lo que cabe; no tenemos más por el bloqueo que nos tiene impuesto Estados Unidos. Tiene que seguir hacia adelante. Aunque no esté Fidel físicamente, está en el corazón de todos los cubanos; tiene que seguir como está, hacia adelante. El socialismo o muerte”.
Un rostro diferente. Pese a la llegada de los nuevos almacenes, del otro lado de la Habana se ven la pobreza, las necesidades y la falta de entrada de capital.
Casas a punto de caer al suelo, mercados con poca verdura, pipas de agua (por la falta de tuberías), un par de productos en las tiendas, hacen que los turistas vean el otro lado de la isla que sufre las consecuencias de un sistema socialista que lleva más de 50 años.
Uriel, un chofer de taxi, explicó que los lineamientos de la economía ya están trazados y que los cambios que está haciendo el país hacia un socialismo más próspero deben de ser más efectivos.
Sin embargo, muchos cubanos rechazan que tras el fallecimiento de Fidel Castro surja un cambio; por el contrario, dicen permanecer fieles a su legado y subrayan que gracias a él tienen educación y salud gratis.