Las agencias de inteligencia de Estados Unidos desvelaron hoy que dos grupos de hackers asociados al gobierno ruso atacaron a partidos, centros de pensamiento y universidades estadounidenses mediante el robo de contraseñas y la suplantación de identidad en perfiles en línea.
El Buró Federal de Investigaciones (FBI) y el Departamento de Seguridad Nacional publicaron hoy un informe de 13 páginas en el que detallan de manera técnica las herramientas y la infraestructura usada por la inteligencia rusa para atacar a diferentes organismos de Estados Unidos durante las elecciones presidenciales de ese país.
El informe busca respaldar las sanciones anunciadas hoy por el gobierno de EU contra Rusia en forma de sanciones económicas contra organismos de espionaje, individuos y empresas de seguridad informática, además de la expulsión de 35 diplomáticos por sus supuestos ataques cibernéticos durante la campaña a la Casa Blanca.
En el documento, las agencias estadounidenses aseguran que dos grupos relacionados con los servicios de inteligencia rusos atacaron a "un partido político".
Según EU, el primer grupo de piratas informáticos, conocido como "la amenaza avanzada y persistente 29", atacó a diferentes instituciones estadounidenses durante el verano de 2015 y el segundo grupúsculo, bautizado como "la amenaza avanzada y persistente 28", llevó a cabo su ofensiva durante la primavera de 2016.
Entre las técnicas usadas por los piratas informáticos destaca la suplantación de identidades en perfiles en línea de manera que los agresores conseguían que la víctima confiara en ellos y les revelara datos e información confidencial, al mismo tiempo que mantenían oculto el origen del ataque.
Además, los piratas informáticos consiguieron robar contraseñas, hacerse con el control de los ordenadores de las víctimas de manera remota e instalar programas malignos (malware) en sus computadoras.
Las principales agencias estadounidenses de inteligencia han coincidido en las últimas semanas en que Moscú estuvo detrás de los ataques informáticos contra el Partido Demócrata y la campaña de la candidata presidencial Hillary Clinton con el objetivo de ayudar a la elección del republicano Donald Trump.
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