El presidente electo Donald Trump acusó el miércoles al presidente Barack Obama de hacer declaraciones "incendiarias" durante la transición del poder, poner obstáculos a su futuro gobierno y de tratar a Israel con "desprecio total", resquebrajando aún más la fachada de cortesía entre los mandatarios saliente y entrante.
Aunque no entró en detalles durante su habitual salva matutina de tuits, Trump ha expresado claramente su fastidio por la declaración jactanciosa de Obama, de que hubiera ganado la elección de haber sido el candidato.
El tono generalmente respetuoso que empleaba Trump se esfumó en sus últimos tuits.
"Hago esfuerzos para pasar por alto las declaraciones y obstáculos incendiarios del presidente O", tuiteó Trump. "Pensé sería transición sin tropiezos - ¡NO!".
Trump también atacó la decisión del gobierno de permitir que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobara una resolución que critica a Israel.
"No podemos permitir que se siga tratando a Israel con tal desprecio y falta de respeto", dijo en un tuit en dos partes. "Antes Estados Unidos era su gran amigo... ya no. El principio del fin fue el acuerdo horrible con Irán y ahora esto (ONU). ¡Fuerza, Israel, el 20 de enero se acerca!".
Hasta el momento, Trump y su equipo han elogiado el manejo de la transición por Obama y sus colaboradores. Las quejas del presidente electo sobre el trato a Israel precedieron en pocas horas un discurso de John Kerry sobre la paz en Medio Oriente, su último como secretario de Estado, y que algunos funcionarios israelíes rechazaron de antemano. La decisión de Washington de no vetar la resolución de la ONU agravó las tensiones con el estado judío.
El lunes estalló una disputa entre Obama y Trump cuando el presidente insinuó que todavía tiene suficiente influencia sobre la coalición de votantes que lo eligió dos veces como para ganar un tercer período. Trump respondió, "¡DE NINGUNA MANERA!".
El martes, Trump tuiteó: "El presidente Obama hizo campaña con fuerza (y personalmente) en estados disputados, y perdió. Los votantes querían DEVOLVER LA GRANDEZA A ESTADOS UNIDOS".
Obama ganó la mayoría de los estados disputados cruciales en sus dos campañas, no así la rival demócrata de Trump, Hillary Clinton.
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