Buenos Aires.— El presidente argentino Mauricio Macri realizó ayer el primer gran cambio de su gabinete, al pedirle la renuncia al ministro de Hacienda y Finanzas Públicas, Alfonso Prat-Gay, quien en la práctica se desempeñaba como titular de economía, aunque esa cartera no existe.

Con 51 años y un pasado como diputado de la Coalición Cívica (una facción de centro), Prat-Gay dejó el gobierno a causa de los desencuentros que mantuvo con sus colegas, pero también por los objetivos incumplidos. “Fue por diferencias sobre el funcionamiento del equipo”, explicó el jefe de Gabinete, Marcos Peña, al dar la noticia. “No se trató de diferencias sobre política económica, sino de una discusión del diseño organizacional del gobierno, y respecto al proceso de toma de decisiones”, dijo.

Macri había prometido un despegue y un cambio radical en la economía argentina post-kirchnerista, y Prat-Gay concretó el fin del cepo cambiario y la normalización de las relaciones económicas internacionales. Sin embargo, tras 12 meses, la recesión oficial es de 2.4%; la caída de la producción es de 2.5%; la del consumo, de 4%; la del poder adquisitivo de salarios, de 8%; la inflación del año fue mayor a 40%, y la Unión Industrial Argentina anunció que la producción se retrajo poco más de 5%.

Versiones al interior del gobierno indican que la salida del ministro estaba decidida la semana pasada, pero Macri esperó a definir la reforma al impuesto a las ganancias y el presupuesto nacional, ambos de gran importancia.

Tras la salida de Prat-Gay, Macri ordenó la división de la cartera: ahora habrá un Ministerio de Hacienda y un Ministerio de Finanzas Públicas. El primero estará a cargo de Nicolás Dujovne, un especialista en macroeconomía con experiencia en el sector público, de alto perfil mediático, quien deberá prestar atención al déficit fiscal. Dujovne está casado con Carolina Yellati, la hermana del socio de Donald Trump en Argentina y en Uruguay, Moisés Yellati. El padre de Dujovne, además, es el arquitecto responsable de la torre de Trump en el balneario uruguayo de Punta del Este.

El Ministerio de Finanzas Públicas estará en manos de Luis Caputo, quien ya era secretario del área, por lo que su ascenso se lee como una continuidad de la política. Hace un año, fue Caputo quien llegó a un acuerdo con los hold-
outs, los fondos de inversión internacionales que habían demandado al Estado argentino y que el kirchnerismo llamaba “fondos buitre”.

“Macri coloca a Caputo en el rol de ministro para darle una señal a los inversores”, dijo a EL UNIVERSAL el economista Rubén Jaunarena, de la Universidad de Buenos Aires. “A la vez, toma por las riendas el asunto de la economía: ahora parece ser que él, personalmente, conducirá los planes y tomará las decisiones”, dijo.

Los analistas coinciden en que el rumbo de la economía no va a cambiar. “La llegada de los dos nuevos ministros le da un perfil más técnico al gabinete. Prat-Gay, quien había sido diputado y que pedía más autonomía, venía con una visión política muy marcada”, dijo el especialista Martín González Lepán.

Luego del anuncio, Macri, quien está de vacaciones, recibió en Villa La Angostura a Prat-Gay. A la mañana, el aún ministro no imaginaba que iba a tener que subirse a un avión para almorzar y escuchar las palabras finales, ante el bello paisaje cordillerano, de su ahora ex jefe.

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