Berlín.— El tunecino Anis Amri, de 24 años, se convirtió ayer en la persona más buscada de Alemania.
Según la la orden de aprehensión en su contra, nació el 22 de diciembre de 1992, es parte de un grupo de tunecinos yihadistas que, de acuerdo con el Estado Islámico (EI) pertenecen a su organización. Otro de ellos fue el hombre que mató a 86 personas que festejaban el Día de la Bastilla en Niza.
Amri entró en Alemania en el verano de 2015 y su solicitud de asilo fue rechazada en junio. Pudo seguir en el país porque la falta de papeles impidió su expulsión. Desde su llegada a Alemania, mostró una “alta movilidad” y al parecer tenía vínculos con la red liderada por el clérigo radical Abua Walaa, detenido en noviembre por las autoridades alemanas, que lo acusaron de captar y adiestrar a jóvenes para enviarlos a combatir con el EI en Siria e Irak.
La familia de Amri vive en la pobreza, en el poblado de Oueslatia, Túnez y asegura que el joven abandonó el país en 2010, al iniciarse la crisis tunecina conocida como “Revolución de los Jazmines”, que culminó con el derrocamiento del gobierno de Zine El Abidine Ben Ali. El padre de Amri, divorciado, dice que no tenía contacto con éste, mientras que medios tunecinos señalan que en ese país pesa sobre él una sentencia de cinco años de prisión por robo agravado con violencia. El joven llegó a Italia como refugiado y allí habría causado un incendio en el campamento donde vivía. Pasó cuatro años en prisión. Tras el ataque del lunes, la policía cree que Amri podría estar herido.