Naciones Unidas.— La Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) aprobó ayer la creación de una comisión encargada de apoyar la investigación de los crímenes más graves cometidos en la guerra en Siria.
La iniciativa, impulsada por Liech-tenstein con el apoyo de decenas de países, obtuvo 105 votos a favor, 15 en contra y 52 abstenciones.
El texto establece un “mecanismo internacional, imparcial e independiente” para asistir en la investigación y procesamiento de los responsables de los crímenes más serios cometidos en Siria desde marzo de 2011. Ese órgano deberá cooperar con la comisión de investigación sobre Siria ya existente desde 2011 para recopilar, consolidar, preservar y analizar las pruebas de violaciones de las normas internacionales humanitarias y de derechos humanos.
La Asamblea General encarga a la Secretaría General el desarrollo en un plazo de 20 días de los detalles de este mecanismo para su rápida puesta en marcha. El texto aprobado ayer subraya la “necesidad de asegurar la rendición de cuentas” por lo ocurrido en Siria con procesos adecuados a nivel nacional e internacional.
Al mismo tiempo, insiste en la importancia de que cualquier proceso político que pueda resolver la guerra garantice una responsabilidad para las violaciones y abusos de las normas humanitarias y de los derechos humanos vividos en el país.
Organizaciones como Human Rights Watch (HRW) animaron en los últimos días a los Estados miembros a respaldar la resolución para asegurar justicia para las víctimas de los graves crímenes cometidos en Siria.
En cambio, Rusia y otros países como Irán, Venezuela, Cuba o Sudáfrica se mostraron muy críticos con la resolución y defendieron que la Asamblea General está extralimitándose y cometiendo una injerencia en los asuntos internos de Siria.
Ayer mismo, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo que el ataque del pasado septiembre contra un convoy humanitario del organismo internacional fue perpetrado desde el aire, según la comisión creada para investigar el tema y que no ha podido identificar a los responsables del mismo.
El informe señala que sólo el ejército sirio, Rusia y la coalición liderada por Estados Unidos tienen capacidad para llevar a cabo un ataque como el ocurrido el 19 de septiembre en Auram al Kubra, al oeste de Aleppo, en el que fallecieron al menos 10 personas.
Los investigadores señalan que es “muy poco probable” que la coalición estuviera involucrada y dicen haber recibido informaciones que apuntan al ejército sirio como el responsable más probable, pero no pudieron alcanzar una conclusión definitiva.
En tanto, el gobierno del presidente sirio Bashar al-Assad tomó el control total de la ciudad de Aleppo tras la salida de la última tanda de rebeldes, dijo el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, aunque una fuente de la ONU y representantes insurgentes señalaron que las evacuaciones no habían terminado. Un portavoz rebelde sostuvo que el mal tiempo retrasó las salidas de Ale-
ppo. Otra fuente rebelde dijo que quedaban unos 2 mil rebeldes y civiles aguardando para ser transportados.
En Ankara, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, recibió a Bana Alabed, una niña siria de siete años famosa gracias a su cuenta en Twitter, gestionada por su madre y en la que relataba en inglés la situación en Aleppo. La niña y su familia fueron desalojados de Aleppo el fin de semana, con la mediación de Turquía y Rusia.