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Europa vive día de ataques

Agresor asesina a embajador ruso en Turquía y hiere a otros 3; conductor mata a 12 en mercado navideño en Alemania

Tras inaugurar una exposición fotográfica dedicada a Rusia, en Ankara, el embajador ruso en Turquía, Andrei Karlov, fue baleado por un hombre quien gritó: “Alá es grande”, “no olviden Aleppo” y “no olviden Siria”. Luego fue abatido (REUTERS)
20/12/2016 |04:20Víctor Sancho / Corresponsal |
Redacción El Universal
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Ankara/ Moscú.— El embajador ruso en Turquía, Andrei Karlov, murió ayer víctima de un atentado en Ankara cometido por un policía durante la inauguración de una muestra de arte realizada en una galería de la capital turca.

El atacante que disparó contra el embajador era un agente en funciones de 22 años que servía en la fuerza antidisturbios, informó el ministro del Interior turco, Suleyman Soylu. Tras el ataque a disparos contra el diplomático, el agresor subió al primer nivel del inmueble y se enfrentó a tiros durante 15 minutos con la policía, que finalmente lo mató, de acuerdo con la agencia Anadolu de Turquía.

El agresor estaba en la corporación desde hacía dos años y sus filiaciones son investigadas, agregó Soylu. Más temprano, el alcalde de Ankara, Melih Gökcek, declaró en Twitter que el atacante pertenecía a la policía local.

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Karlov, de 62 años, recibió tres disparos tras ofrecer un discurso de inauguración de una exposición fotográfica dedicada a Rusia.

En imágenes de video y grabaciones del momento se escucha al agresor, vestido de traje y corbata, gritar: “Allahu Akbar” (“Alá es grande”) y se le ve caminando por la galería de arte y blandiendo una pistola. “No olviden Aleppo” y “no olviden Siria” fueron algunas de las consignas que repitió el hombre mientras caminaba cerca del cuerpo abatido del embajador, quien fue embajador de Rusia en Corea del Norte de 2001 a 2006, y después fue jefe del departamento consular del Ministerio del Exterior. Era embajador en Turquía desde 2013.

Inmediatamente después de abrir fuego, el atacante dijo en árabe: “Somos los que juramos lealtad al profeta Mahoma y a la yihad”, mensaje que también es repetido por islamistas sirios antes de entrar en batalla. Tras el atentado, la policía turca registró la casa del atacante y detuvo a su madre y a su hermana.

Rusia y Turquía calificaron el hecho como un acto terrorista. Los presidentes de ambos países, Vladimir Putin y Recep Tayyip Erdogan, respectivamente, coincidieron en afirmar que el ataque fue una provocación destinada a afectar las relaciones bilaterales.

“El crimen es una provocación destinada a abortar la normalización de las relaciones ruso-turcas y torpedear el proceso de paz en Siria”, declaró Putin. “Necesitamos saber quién guió la mano del asesino”, dijo el mandatario, según declaraciones reproducidas por la agencia Interfax. Además, afirmó que la respuesta al ataque será un endurecimiento de la lucha contra el terrorismo. “Los bandidos van a lamentarlo”, agregó el presidente ruso.

Putin ordenó la formación de un grupo de investigación junto a las autoridades turcas para estudiar los hechos. También Erdogan anunció una pesquisa conjunta entre ambos países, en un discurso televisado realizado poco después de hablar por teléfono con el mandatario ruso.

El ministro turco de Exteriores, Mevlüt Cavusoglu, señaló tras su llegada a Moscú: “Este tipo de ataques no podrán estropear las relaciones entre Rusia y Turquía. Todo el mundo ha visto en los últimos días cómo hemos cooperado en favor de Aleppo”.

“Hoy es un día triste para la diplomacia rusa”, dijo la portavoz del Ministerio, María Zajarova, citada por la agencia TASS acerca del atentado en el que además resultaron heridas tres personas, entre ellas un extranjero.

El ataque se produjo un día antes del encuentro entre los ministros de Exteriores de Irán, Rusia y Turquía en Moscú para hablar sobre Siria, en un encuentro propuesto por Teherán ante la precaria situación en Aleppo. Rusia y Turquía apoyan distintos bandos en la guerra civil que afecta al país.

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ofreció sus condolencias a la familia del embajador turco asesinado por lo que aseguró ser un acto de “terrorismo radical islámico”.

La Casa Blanca, a través de su portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Ned Price, condenó enérgicamente el asesinato, un “ataque atroz” contra un miembro del cuerpo diplomático totalmente “inaceptable”. “Estamos unidos con Rusia y Turquía en nuestra determinación para confrontar el terrorismo en todas sus formas”, dijo en un comunicado.

El secretario de Estado de la Unión Americana, John Kerry, añadió que su país está “dispuestos a ofrecer asistencia” para la investigación de este “despreciable ataque”. El Consejo de Seguridad de la ONU también mostró su condena al hecho, y reiteró “la necesidad de llevar los responsables de ataques terroristas ante la justicia”.

La Unión Europea condenó el atentado a través de un mensaje enviado por la ministra de Asuntos Exteriores del bloque, Federica Mogherini.

El gobierno sirio se sumó a la condena al calificarlo como un “ataque terrorista” que demuestra la necesidad de combatir el terrorismo, según informó la agencia de noticias SANA con base en fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores. Irán también condenó el atentado, al afirmar: “Con el objetivo de crear más caos en la región, los terroristas han cometido nuevamente un acto cruel”. En México, la Cancillería condenó “enérgicamente el brutal asesinato del embajador de la Federación Rusa en Turquía”. Confió en que “se tomarán todas las medidas necesarias para esclarecer este crimen en contra de un diplomático extranjero”.

CAMIÓN ARROLLA A MULTITUD EN EL CENTRO DE BERLÍN

Un camión mató ayer al menos a 12 personas e hirió a otras 47, algunas de ellas de gravedad, en un mercado de Navidad en el centro de Berlín, en Alemania.

Los investigadores no descartan que se trate de un accidente; sin embargo, debido a las similitudes con ataques terroristas anteriores, especialmente el de Niza, en julio pasado, los diarios alemanes aseguraban ayer que se trabaja sobre la hipótesis de que se trató de un atentado. El ministro de Interior alemán, Thomas de Maizière, declaró que “muchos elementos apuntan a un atentado”.

La policía anunció que había detenido a un sospechoso a unos 100 metros de distancia del camión, cuando huía entre la multitud.

Otro hombre fue encontrado muerto en la cabina y hasta anoche se desconocía si el individuo falleció por heridas anteriores o causadas por el choque. Su identidad no fue difundida.

El camión de marca Scania pertenece a una empresa de transportes de Polonia y viajaba de Italia a Berlín cargando una estructura de acero.

La policía de Berlín dijo en Twitter que está investigando pistas que señalan que el camión fue robado de una zona de construcción en Polonia.

De acuerdo con el diario Die Welt, el conductor responsable del ataque habría entrado en Alemania como solicitante de asilo en febrero pasado y probablemente era de origen paquistaní o afgano.

El vehículo se salió de la calzada y se internó en una popular plaza, la Breitscheidplatz, a unos 60 kilómetros por hora. Antes de detenerse, no hizo intentos de disminuir la velocidad y arrolló a los peatones que caminaban entre las cabañas de madera de un mercado tradicional navideño, a donde la gente acude para comprar salchichas, vino caliente y comprar regalos. El camión detuvo su marcha frente a la Iglesia Memorial del káiser Guillermo.

Este tipo de mercados navideños son muy populares en Europa Central. La hora en la que el camión irrumpió en el lugar, las 20:15 locales, es la de mayor afluencia. Decencas de niños paseaban en ese momento y cenaban con sus padres por la zona.

“Escuchamos un impacto sordo”, explicó a la cadena CNN la turista británica Emma Rushton: “Vimos la parte superior de un camión articulado avanzando y destruyéndolo todo entre las cabañas del mercado”.

Ariel Zurawski, propietario de la empresa de transportes a la que pertenecía el camión, declaró en la televisión alemana que el conductor era su primo —polaco, como él— y que viajaba con el vehículo cargado de acero desde Milán hacia Berlín con intención de descansar en la capital alemana, pero que su ruta no incluía pasar por la zona del siniestro. Zurawski descartó que su familiar causara la tragedia y aventuró que le hubiesen robado el camión.

El conductor habló por última vez con su esposa cuatro horas antes de los hechos. Medios alemanes publicaron informaciones no oficiales de que el hombre encontrado muerto en la cabina era polaco, pero nada de eso había sido confirmado por las autoridades.

Los políticos alemanes mostraron su dolor por el incidente.

La canciller de Alemania, Angela Merkel, mostró su dolor por los muertos y los heridos a través de un mensaje difundido por su portavoz en Twitter, mientras que el presidente del país, Joachim Gauck, se mostró conmocionado por la “terrible noche” de Berlín y de todo el país.

El alcalde de la ciudad, Michael Müller, anunció una rueda de prensa para hoy con las novedades de la investigación y un memorial por las víctimas.

La oficina de policía europea, Europol, había advertido en los últimos meses de posibles atentados utilizando vehículos. No sólo el uso de un camión contra una multitud recuerda al ataque de Niza, en el que murieron 86 personas. Otra coincidencia es que los atropellos se produjeron en festivos de alto valor simbólico.