El ministro alemán de Interior, Thomas De Maiziére, rechazó hoy confirmar que el atropello registrado en un mercado berlinés con nueve muertos y más de cincuenta heridos, sea un atentado, pero reconoció que "mucho apunta en esa dirección".
En declaraciones a la televisión pública alemana, De Maiziére pidió dejar trabajar a las fuerzas de seguridad que están interrogando a un sospechoso, presumiblemente el conductor del camión.
El ministro señaló que conocen informaciones que están difundiendo diversos medios y que atribuyen el atentado al Estado Islámico, pero se negó a especular al respecto recordando que es práctica habitual del grupo terrorista atribuirse ataques.
La policía de Berlín confirmó que investiga en todas las direcciones y avanzó que el camión, con matrículas polacas y cargado con vigas de acero, fue presuntamente robado en una obra en Polonia.
El copiloto, de nacionalidad polaca, según el diario "Bild", falleció en el lugar de los hechos y se encuentra entre las nueve víctimas mortales.
Según las últimas informaciones, 43 personas, algunas de ellas heridas de gravedad, han sido trasladadas a hospitales.
A través de su cuenta oficial en Twitter, la policía informó también de que el "objeto sospechoso" que obligó a cortar una calle cercana a la céntrica Breitscheidplatz, donde estaba instalado el mercadillo de Navidad, era un saco de dormir, con lo que desactivó la alerta.
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