Las posibilidades de los demócratas de recuperar la mayoría del Senado se redujeron ayer, conforme los republicanos retenían escaños clave en Carolina del Norte, Indiana y Florida. En la Cámara Baja, según proyecciones de las cadenas estadounidenses de televisión, los republicanos mantendrán el control que lograron hace seis años.
Además de elegir entre la candidata presidencial demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump para la Casa Blanca, los votantes en Estados Unidos debían determinar quiénes llenarán 34 de los 100 escaños del Senado y también las 435 bancas de la Cámara de Representantes.
En el Senado, los demócratas arrebataron a sus rivales un puesto en Illinois, pero mientras los republicanos defendían una pequeña mayoría de 54-46, las carreras clave en Missouri y New Hampshire seguían demasiado ajustadas y Pennsylvania fue para los republicanos. Al cierre de esta edición, los demócratas tenían 47 escaños, contra 51 de los republicanos, de acuerdo con The Wa-shington Post y The New York Times.
En Wisconsin, sorpresivamente ganó el republicano Rohn Johnson. En Carolina del Norte, los demócratas tenían esperanzas de derrocar al senador Richard Burr, quien indignó incluso a su propio partido con su informal estilo de campaña. Pero al final se impuso a la demócrata Deborah Ross.
El senador republicano por Illinois, Mark Kirk, perdió ante la demócrata Tammy Duckworth.
Los republicanos mantendrán el control en la Cámara de Representantes de Estados Unidos. Al cierre de esta edición tenían 234 escaños, contra 179 de los demócratas, según el Post.
En Indiana, el republicano Todd Young derrotó al ex senador y gobernador demócrata Evan Bayh, quien lanzó una campaña de regreso muy publicitada que perdió fuelle ante el escrutinio público. Y en Florida, el senador republicano Marco Rubio ganó al representante demócrata Patrick Murphy, lo que le dio a Rubio una plataforma desde la que podría plantear otra candidatura a la presidencia en 2020.
La demócrata Catherine Cortez Masto se convirtió anoche en la primera hispana que ocupará uno de los 100 escaños del Senado de EU.
Nieta de mexicano y quien se desempeñó recientemente como procuradora de Justicia de Nevada, se sumará así a los tres senadores hispanos, todos de ascendencia cubana: los republicanos Marco Rubio y Ted Cruz, y el demócrata Bob Menéndez.
Mientras tanto, en Arizona, el senador John McCain, de 80 años, logró sin problemas su sexto mandato en la que podría ser su última campaña.
Las cadenas ABC y NBC dijeron que los republicanos retendrían el control de la Cámara que tienen desde 2011, como se esperaba. El dominio partidista del Congreso será crucial para determinar el panorama para el próximo presidente. La Cámara ha sido un bastión de resistencia contra la agenda del presidente Barack Obama en los últimos años.
Analistas y asesores consideran que las campañas de los demócratas para el Congreso fueron afectadas por el anuncio del Buró Federal de Investigaciones (FBI) el mes pasado de una revisión a correos electrónicos vinculados a un servidor privado que usó Hillary Clinton para enviar correos electrónicos mientras fue secretaria de Estado.
Una nueva mayoría republicana en el Congreso podría obstaculizar la agenda legislativa que busque impulsar Clinton. En cambio, una victoria de Donald Trump, sumada a un Congreso republicano, podría implicar un final abrupto para las reformas de salud impulsadas por el gobierno de Barack Obama. Entre los asuntos que revisará el Congreso el año que viene están la elección de un nuevo juez del Tribunal Supremo del país, la discusión para elevar el límite de endeudamiento de EU y la posible aprobación de acuerdos de libre comercio con los países de la cuenca del Pacífico y con Europa.