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Cinco heridos y cuatro detenidos es el resultado de los enfrentamientos entre manifestantes y policía durante esta madrugada en Hong Kong, horas después de que una marcha contra la intervención de Pekín en los asuntos políticos de la excolonia inglesa reuniera a miles de personas a las calles.
En un episodio que hizo recordar las históricas protestas democráticas vividas en Hong Kong a finales de 2014 y conocidas como la "revolución de los paraguas", cientos de personas se atrincheraron cerca de un edificio del gobierno chino, lo que generó enfrentamientos con la policía, que se saldaron con cuatro detenidos y cinco heridos (dos agentes y tres manifestantes), según informó la policía.
Entre los detenidos se encuentra el presidente de la agrupación política Liga de los Socialdemócratas, Avery Ng Man-Yuen, según confirmó el mismo a través de su página de Facebook después de que fuera puesto en libertad bajo fianza.
Unas 13 mil personas según los organizadores, 8 mil según las autoridades, protagonizaron una protesta en la isla contra la intención del gobierno chino de intervenir en el conflicto político que se vive en el Parlamento de la excolonia inglesa desde hace ya casi un mes.
Horas después de que finalizara, cientos de manifestantes se dirigieron hacia la oficina de representación del Gobierno de Pekín en Hong Kong, donde se produjeron los altercados.
Durante más de cinco horas, policía y manifestantes se enzarzaron en múltiples enfrentamientos, en la que los agentes emplearon gas lacrimógenos y porras, y los convocados lanzaron objetos, como botellas de plástico y ladrillos, según informó la policía.
La tensa situación, en la que participaron al menos 700 agentes, según informó el periódico local "South China Morning Post", obligó a cortar el tráfico en la zona afectada que no volvió a la normalidad hasta cerca de las 03:00 hora local (19:00 GMT).
Los representantes de grupos políticos liberales, algunos de ellos surgidos a raíz de las protestas de los paraguas, como Demosisto, junto con la Lucha Estudiantil por la Democracia, la Liga de los Socialdemócratas y el Partido del Trabajo instaron a los manifestantes a mantener la calma y evitar los enfrentamientos tras los primeros conatos surgidos después de la manifestación.
Según estimaciones de los medios locales, unas 400 personas habrían participado de forma improvisada en la sentada producida a las puertas del edificio de representación china una vez finalizada la manifestación pacífica que recorrió múltiples calles de Hong Kong.
Los manifestantes pedían la dimisión del jefe del gobierno de Hong Kong y el fin de la intervención del gobierno de Pekín en los asuntos de la isla.
La manifestación había sido convocada por la agrupación política local Youngspiration, que pedía defender los valores de Hong Kong.
Precisamente a esta formación pertenecen los dos jóvenes legisladores, Sixtus Baggio Leung Chung-hang y Yau Wai-ching, que están en el centro del reciente conflicto, y a los que Pekín podría vetar como diputados pese a haber sido elegidos por voto popular en las elecciones al Parlamento de Hong Kong el pasado 3 de septiembre.
Tanto Leung como Yau fueron descalificados para jurar su cargo el pasado 12 de octubre después de que utilizaran insultos y lenguaje despectivo hacia China en su primer intento de toma de posesión.
A ambos se les imposibilitó repetir el proceso debido al conflicto que se produjo en la Cámara por su comportamiento y el caso acabó en los tribunales la semana pasada a petición del Gobierno local, que apoya arrebatarles su escaño.
A finales de la pasada semana, Pekín confirmó que el Legislativo chino intervendrá en el proceso, lo que ha agitado aún más los ánimos en la isla.
La Asamblea Nacional Popular (Legislativo) de China ha debatido esta semana sobre el conflicto y tiene previsto publicar hoy su decisión.
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