El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, anunció el sábado que los negociadores de su gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), se concentraraán en La Habana en la revisión de decenas de nuevas sugerencias para ajustar y aprobar un nuevo acuerdo de paz lo más pronto posible.
El mandatario indicó que dio la orden al jefe de los negociadores de su gobierno, Humberto de la Calle, y al ministro el Interior, Juan Fernando Cristo, para que viajen a La Habana y se incorporen para acelerar el ritmo de las mesas de trabajo que tienen como objetivo abordar los 57 ejes temáticos que serán presentados a sus pares de las FARC en Cuba.
Los temas fueron sugeridos por los promotores del "No", que salieron victoriosos en el plebiscito del 2 de octubre, luego de que ambas partes habían logrado un acuerdo inicial.
"Muchos de los temas son menos complejos de resolver. Otros, más difíciles", dijo el mandatario en alusión a asuntos como la justicia post conflicto, que fue uno de los más polémicos en las reuniones entre el gobierno y los críticos al acuerdo de paz rechazado en el plebiscito.
"Todos serán objeto de discusión detallada con las FARC", acotó el gobernante en una declaración en el Palacio de Nariño.
Santos destacó que el equipo negociador del gobierno mantendrá una línea de comunicación permanente con los distintos sectores que participaron en las reuniones para así recoger las propuestas y alternativas hacia un nuevo acuerdo de paz.
"Es necesario ahora concentrar todos los esfuerzos en los puntos más complejos para lograr un nuevo acuerdo con las FARC en el menor tiempo posible", enfatizó.
Según el acuerdo de paz firmado el 26 de septiembre tras una negociación de casi cuatro años, los rebeldes que entreguen sus armas y confiesen sus delitos evitarán cumplir penas de cárcel. A su vez las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia obtendrán 10 escaños en el Congreso hasta 2026 para facilitar su conversión en un movimiento político.
Pero los opositores al pacto cuestionan que los jefes guerrilleros involucrados en crímenes de lesa humanidad tengan vía libre para acceder a la vida política, aunque proponen que en algunos casos vayan recobrando gradualmente sus derechos tras pagar sus delitos.
El gobierno, que no había previsto una derrota en el plebiscito, quiere alcanzar un nuevo acuerdo antes de fines de noviembre para luego blindarlo jurídicamente, ya sea enviándolo al Congreso o convocando a una nueva consulta popular.
"Estoy convencido de que lograremos llegar a un mejor acuerdo que recoja las aspiraciones de la inmensa mayoría de los ciudadanos", enfatizó.
Santos recibirá el premio Nobel de la paz el 10 de diciembre y desea tener antes el acuerdo de paz renegociado para poner fin a medio siglo de hostilidades con la guerrilla más antigua del continente, que dejó más de 220.000 muertos y casi ocho millones de desplazados.