Cuando los estadounidenses vayan a las urnas el próximo 8 de noviembre, no sólo definirán quién será su nuevo presidente o cuál va a ser la composición del Congreso. La fecha electoral es una amalgama de papeletas, leyes y decisiones que pueden modificar la rutina diaria de los habitantes de un estado, pero que quedan opacadas por los grandes mensajes mediáticos de las elecciones presidenciales.

Para empezar, 12 estados eligen a su nuevo gobernador: Oregon, Washing- ton, Montana, Utah, Dakota del Norte, Missouri, Indiana, Vermont, New Hampshire, Virginia Occidental, Carolina del Norte y Delaware. Cada una de estas carreras tiene sus particularidades, aunque lo más importante será analizar hasta qué punto Hillary Clinton, aspirante demócrata a la Casa Blanca, y Donald Trump, candidato republicano, pueden modificar o influir en la decisión para los puestos de gobernador.

En Indiana se escogerá al sustituto de Mike Pence, abanderado republicano a la vicepresidencia. Él se libró de una elección complicada y nada decidida aceptando el puesto de número dos de Trump. La entidad podría pasar a manos de los demócratas, según las últimas encuestas.

Una elección a gobernador que podría ser histórica es la de Oregon. Tras unos últimos tiempos turbios, con la dimisión del anterior mandatario local por un escándalo de corrupción, la candidata demócrata e interina en el cargo, Kate Brown, podría convertirse en la primera jefa del Ejecutivo del estado abiertamente bisexual del país. Oregon es un estado mayoritariamente progresista y Brown no debería tener problema para ganar.

Sin embargo, todo indica que seguirán siendo mayoría los estados con
gobernadores conservadores.

Iniciativas

Pero no todo es política. Según la base de datos de la National Conference of State Legislatures, hasta 155 medidas están en juego en 35 estados y en el Distrito de Columbia. Los temas y asuntos que tratan son muy diversos.

Entre los que están teniendo más impacto, como era de esperar, es la situación legal de la marihuana en el país. En pocos días, el movimiento en favor de la legalización de la droga puede conseguir un nuevo éxito, puesto que tras el 8 de noviembre, más de la mitad del país podría legalizar la planta medicinal, y el número de estados que permitiría su uso recreativo podría ampliarse al doble.

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Hasta nueve estados votarán por cambiar el estatus de la marihuana. Arkansas, Florida, Montana y Dakota del Norte votarán para aprobar su uso medicinal; Arizona, California, Maine, Massachusetts y Nevada lo harán para permitir que sea recreativa. Especialmente importante será el resultado en California: considerada la sexta economía mundial, al nivel de Francia, su decisión sobre el uso del estupefaciente podría ser fundamental para reactivar el debate sobre la legalización no sólo en el país, sino también en México, la región y el mundo entero. El impacto económico de la medida sería sustancial: el mercado movería más de 22 mil millones de dólares anuales.

Cuatro estados (California, Colorado, Missouri y Dakota del Norte) propondrán aumentar los impuestos al tabaco. Los ingresos resultantes irían a diferentes programas en función del territorio: los dos primeros quieren que se destine a proyectos de salud; Mi- ssouri, a la mejora de las infraestructuras, y el último, a los veteranos.

También será momento para potenciar reivindicaciones constantes. El Distrito de Columbia, en su batalla para que se le considere un estado de pleno derecho y se acabe con el agravio de pagar impuestos, pero no tener representación en el Congreso (algo que se ha convertido en el lema de la capital del país), ha decidido dar otro paso para convertirse en el estado número 51 y pondrá a aprobación un borrador de Constitución de lo que se convertiría en Nueva Columbia. La decisión seguirá estando en manos de los legisladores del Capitolio.

La lucha por el salario mínimo se hará oír. Washington, Arizona, Colorado y Maine plantean iniciativas para el incremento gradual del sueldo en los próximos años. En Dakota del Sur se votará para volver a rebajar el ingreso hasta el mínimo federal (7.25 dólares), después del aumento de 2014.

Otras medidas que se pueden aprobar son la obligación de usar condones en la industria del porno en California; Massachusetts y Rhode Island decidirán aceptar la presencia de más casinos en su territorio; Indiana y Kansas proponen introducir la caza y la pesca como derecho constitucional; el estado de Washington podría aplicar por primera vez un impuesto a las emisiones de carbono a la atmósfera y en Ma-
ssachusetts también se podría legislar para que los animales de granja tengan condiciones de vida dignas.

Asimismo, habrá papeletas referentes a la pena de muerte. California y Nebraska apuestan por abolirla, mientras que Oklahoma quiere incluirla en la Constitución estatal.

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