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Un avión con 81 personas, entre ellas un equipo casi completo de la primera división brasileña que viajaba para la final de la Copa Sudamericana, se estrelló cerca de Medellín y dejó 71 muertos, según la última información que han dado funcionarios colombianos. Seis personas sobrevivieron, según el último reporte.
El British Aerospace 146 para trayectos cortos operado por la aerolínea boliviana LaMia se declaró en emergencia a las 22 del lunes (0300 GMT) por un fallo eléctrico, dijeron autoridades de aviación.
La aeronave había partido desde Santa Cruz, en Bolivia, y trasladaba al equipo brasileño Chapecoense al aeropuerto internacional José María Córdova en Medellín.
El accidente se produjo en el municipio de La Unión, en una zona montañosa. La aeronave quedó destrozada en un punto sólo accesible a pie.
La Dirección de Aeronáutica Civil de Colombia informó a través de su cuenta en Twitter que personal de esa institución ubicó las dos cajas negras del avión siniestrado "en perfecto estado" junto a una fotografía de las mismas.
Chapecoense, originario del sur de Brasil y que había iniciado su viaje en Sao Paulo, iba a jugar el partido de ida de la final de la Copa Sudamericana contra el Atlético Nacional el miércoles en Medellín. No estaba claro si el plantel cambió de avión en Bolivia o hizo una escala en la misma aeronave.
Prácticamente todos los integrantes del equipo fallecieron. Brasil declaró tres días de luto oficial.
Atlético Nacional pidió a la confederación sudamericana de fútbol CONMEBOL que entregue el título de vencedor al Chapecoense en honor a las víctimas.
"Lo que iba ser una fiesta terminó siendo una tragedia", dijo el alcalde de Medellín Federico Gutiérrez.
Los cuerpos de los pasajeros fallecidos quedaron en un lugar hundido y escarpado de donde estaban siendo extraídos con helicópteros militares.
A primera hora de la tarde se habían recuperado 71 cuerpos. El director de Medicina Legal, Carlos Valdez, dijo a The Associated Press que 45 expertos forenses iniciaron la identificación de los cuerpos pero no indicó cuándo los entregarían para su repatriación.
Los heridos fueron trasladados a clínicas cercanas.
El más delicado de los supervivientes es Alan Luciano Ruschel, en cuidados intensivos tras haber sido sometido a cirugías por una fractura de vértebra dorsal. Está aún pendiente de una intervención neurológica, informó el director de la clínica donde se encuentra.
Helio Hermito Zampier, también jugador, está estable pero con un severo trauma de cráneo y otros impactos en abdomen y tórax. Jakson Follmann sigue en observación en una clínica cercana al lugar del accidente.
El periodista Rafael Valmorbida y los tripulantes bolivianos Ximena Suárez y Erwin Tumiri están fuera de peligro, según los médicos.
El accidente aéreo, el peor en Colombia en décadas, conmocionó al mundo del fútbol. La CONMEBOL ofreció sus condolencias a toda la comunidad de Chapeco y dijo que su presidente, Alejandro Domínguez, viajó a Medellín. Todas las actividades relacionadas con el deporte fueron suspendidas hasta nuevo aviso.
Por su parte, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, dijo en un comunicado que "éste es un día muy, muy triste para el fútbol. En este momento difícil pensamos en las víctimas, sus familias y amigos".
Equipos como Barcelona y Real Madrid dedicaron minutos de silencio a las víctimas en sus entrenamientos. Desde su cuenta de Facebook, el astro argentino Diego Maradona mandó el pésame al equipo brasileño al igual que el presidente de Colombia Juan Manuel Santos.
A bordo de la aeronave viajaban 72 pasajeros y nueve tripulantes.
British Aerospace, que ahora opera con el nombre BAE Systems, dijo que el primer 146 despegó en 1981. Según la empresa, hasta noviembre de 2013 se construyeron menos de 400 ejemplares en Gran Bretaña. Alrededor de 220 siguen activos.
Alfredo Bocanegra, jefe de la agencia de aviación civil de Colombia, explicó que los reportes iniciales sugieren que el avión sufría problemas eléctricos, aunque los investigadores tendrán que analizar el testimonio de uno de los sobrevivientes que dijo que se quedaron sin combustible a unos cinco minutos de aterrizar en Medellín.
"No podemos descartar nada, la investigación está en curso y vamos a esperar los resultados", dijo Gustavo Vargas, director de LaMia, sobre esta segunda hipótesis.
La aerolínea LaMia, habitual en el transporte de equipos de fútbol de la región, tenía su sede en la ciudad venezolana de Mérida hasta que se trasladó a Santa Cruz, donde consiguió los derechos para operar en enero. Este mes LaMia llevó a los jugadores de la selección argentina desde Belo Horizonte a Buenos Aires tras el partido entre ambos países por la clasificación al próximo Mundial.
"Reduciendo la carga (gente) el avión podía volar más lejos", explicó Richard Aboulafia, un analista de aviación de la consultora Teal Group en Fairfax, Virginia. "En todo caso, parece haber volado más allá de su capacidad".
Autoridades de aviación brasileñas dijeron que le habían negado el pedido a LaMia para realizar el vuelo chárter directamente desde Sao Paulo alegando que sólo una empresa brasileña o colombiana tiene permiso para realizar esa ruta.
Un video publicado en la página de Facebook del Chapecoense mostró al equipo preparándose para tomar el vuelo el lunes en el aeropuerto de Sao Paulo.
El club de la pequeña ciudad brasileña de Chapeco ascendió a la primera división del futbol brasileño en 2014 por primera vez desde la década de 1970. La semana pasada se clasificó para la final de la Copa Sudamericana -el equivalente a la Liga Europa de la UEFA- tras derrotar en el camino a San Lorenzo y a Independiente, ambos argentinos, y a Junior de Barranquilla de Colombia.