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El presidente electo estadounidense Donald Trump dijo el domingo que es "triste" que Hillary Clinton se haya sumado a las gestiones para obligar a un recuento de votos de las elecciones en tres estados cruciales.
Y mientras Trump se esforzaba por cubrir los cargos en política exterior y seguridad nacional de su gabinete, un colaborador de alto rango expresó asombro de que el candidato presidencial republicano de 2012 Mitt Romney siga en carrera para el puesto de secretario de Estado después de haber cuestionado durante toda la campaña el carácter, intelecto e integridad de Trump.
Trump colocó en Twitter una parte del discurso de concesión de Clinton, en el que ésta les dijo a sus partidarios que "Donald Trump va a ser nuestro presidente" y fragmentos de sus comentarios en los debates, cuando criticó al candidato republicano por negarse a decir si aceptaría el resultado de los comicios.
Trump dijo anteriormente que era una "estafa" que la candidata del Partido Verde Jill Stein pidiese un recuento de votos en Wisconsin, Michigan y Pennsylvania. Trump ganó Wisconsin y Pennsylvania y, hasta el miércoles, tenía una ventaja de casi 11 mil votos en Michigan, cuyos resultados serán certificados el lunes.
Clinton encabeza los votos populares por cerca de 2 millones de votos, pero Trump ganó 290 votos electorales, comparado con 232 Clinton, sin contar Michigan. Se necesitan 270 votos electorales para ganar la presidencia y los tres estados en cuestión pudieran dar el resultado electoral a Clinton, en el improbable caso de que los tres pasasen a su cuenta.
Por otro lado, el senador federal de Vermont, Bernie Sanders, un adversario de Clinton durante las elecciones primarias demócratas quien se volvió su aliado para la elección general, dijo: "Nadie espera que haya un cambio profundo, pero no tiene nada de malo realizar el proceso".
Trump tenía planeado regresar a Nueva York el domingo después de pasar el fin de semana del Día de Acción de Gracias en su residencia de West Palm Beach. Su equipo de transición dijo que el presidente electo agendó una serie de reuniones para el lunes con prospectos para su gobierno.
Entre los puestos que aún tiene por llenar Trump están el de encargado del Departamento de Estado. El domingo surgió nuevamente la división interna al respecto cuando la asesora Kellyanne Conway manifestó su preocupación respecto a la posibilidad de que Romney obtenga un cargo tan significativo.
Los partidarios de Trump "se sienten un poco traicionados de que se pueda llevar allá a Romney después de todo lo que hizo", subrayó Conway. "Ni siquiera sabemos si votó por Donald Trump. Él y sus asesores sólo fueron terribles hacia Donald Trump durante un año". Conway agregó que ella solo refleja "lo que dice la base popular".
lsm