Durante la Guerra Fría, el continente africano se convirtió en el principal escenario de la lucha antiimperialista y anticolonialista de la Cuba de Fidel Castro en el ámbito internacional.
A lo largo de 30 años, de 1960 a 1990, cientos de miles de cubanos participaron en misiones militares en países africanos en apoyo de guerras de liberación nacional o movimientos armados marxista-leninistas, en una magnitud muy superior a las intervenciones guerrilleras cubanas en América Latina de la década de los 60.
Según Cuba, su presencia militar en África era una manifestación de “internacionalismo proletario”.
En diciembre de 1961, cerca del tercer aniversario del triunfo de la Revolución Cubana, Castro envió un cargamento de armas al Frente Nacional de Liberación de Argelia (FNL) para apoyar la lucha armada contra el último reducto del colonialismo francés en el norte de África.
En octubre de 1963, casi 700 combatientes cubanos, equipados con tanques y artillería soviética, fueron enviados a Argelia para consolidar el recién establecido régimen izquierdista del presidente Ahmed Ben Bella.
En abril de 1965, un grupo de unos 200 combatientes cubanos, encabezados por el comandante argentino-cubano Ernesto Che Guevara, llegó a la ex colonia belga de Congo. Esta expedición apoyaba la lucha de los seguidores del asesinado primer ministro Patrice Lumumba contra el presidente Moise Tshombé.
En sus diarios, Guevara admitió el rotundo fracaso de su expedición, que sólo duró siete meses.
En 1975 inició su mayor intervención militar en África, con el envío de 15 mil soldados para apoyar el gobierno prosoviético del Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA), del presidente Agostinho Neto, que había proclamado la independencia de Portugal ese mismo año. Los últimos hombres cubanos se retiraron en 1991, tras caer la Unión Soviética.