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Colombia dio ayer una segunda oportunidad a la paz con la firma del nuevo acuerdo entre el gobierno y las FARC, que fue recibido con gritos de “sí se pudo” y el tañido de las campanas de las iglesias del centro de Bogotá para festejar el fin de un conflicto armado de más de medio siglo.
El acto de la firma fue mucho más comedido que el del primer acuerdo, rubricado el pasado 26 de septiembre en Cartagena de Indias en presencia de varios jefes de Estado y el secretario general de la ONU Ban ki-moon.
Esta vez destacó la presencia de diversos sectores de la sociedad, especialmente de las víctimas en el acto celebrado en el Teatro Colón.
“Hoy hemos firmado, aquí en este escenario histórico, ante el país y ante el mundo, un nuevo acuerdo de paz con las FARC. El definitivo, el acuerdo del Teatro Colón”, dijo el presidente Juan Manuel Santos ante unos 880 invitados que estallaron en aplausos minutos antes cuando firmó el texto con el máximo líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Londoño, alias Timochenko.
“Reconozco que este nuevo acuerdo es mejor que el que firmamos en Cartagena. Es mejor porque recoge las esperanzas y las observaciones de la inmensa mayoría de los colombianos. Del 50% de los que votaron Sí [en el plebiscito del 2 de octubre] y de un importante porcentaje de los que votaron No”, dijo el mandatario, galardonado con el premio Nobel de la Paz de este año.
Minutos después de haber culminado la ceremonia en el Teatro Colón, el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, caminó un corto trayecto hasta el Capitolio Nacional, la sede del Congreso, donde entregó el acuerdo de paz al presidente del Senado, Mauricio Lizcano.
Según Lizcano, el primer paso será aprobar una proposición para que el Senado y la Cámara de Representantes se dediquen a este tema la próxima semana. Se espera que entre el martes y miércoles próximos se realicen en ambas cámaras sendos debates entre partidarios y críticos del acuerdo de paz, tras lo cual se procederá a la votación de refrendación, en fecha aún incierta, pero que muy probablemente será a inicios de diciembre.
Centro Democrático, el partido del ex presidente Álvaro Uribe, rechazó el nuevo acuerdo y dijo que votará en contra. Como gesto de protesta, opositores han propuesto no acudir a la votación parlamentaria o solicitar la revocación del Congreso que, afirman, “no representa” a los colombianos. También amenazan con protestas ciudadanas. Se estima que el pacto será refrendado sin mayores problemas porque la coalición centro-derechista de gobierno, Unidad Nacional, tiene la mayoría en el Senado y la Cámara de Representantes, donde cuenta con el respaldo de partidos independientes y la oposición de izquierda.