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Washington.— El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, inyectó ayer diversidad en el equipo de gobierno que está formando al anunciar la nominación de dos mujeres. Hasta ahora, los cinco cargos elegidos habían ido a manos de hombres blancos y la selección anunciada incorpora el primer componente de diversidad al gabinete presidencial.
Las dos mujeres elegidas, y que ya han aceptado ser nominadas para sus res pectivos cargos, son la actual gobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, como nueva embajadora de EU ante Naciones Unidas, y la activista educativa conservadora Betsy DeVos como secretaria de Educación.
Haley, representante del movimiento ultraconservador del Tea Party, hija de inmigrantes indios y considerada una de las estrellas emergentes del Partido Republicano, era hasta ahora una de las más fervientes críticas de Trump. Durante la campaña apoyó la aspiración presidencial de los senadores Marco Rubio y Ted Cruz, y llegó a decir que el magnate neoyorquino representaba “todo lo que un gobernador no quiere en un presidente”.
“¡La gente de Carolina del Sur está avergonzada de Nikki Haley!”, tuiteó en marzo el magnate sobre ella.
Ahora, las cosas han cambiado. Trump elogió la “capacidad negociadora” de Haley, y ésta se mostró hon-
rada por tener la confianza del presidente electo para “contribuir al bienestar de la nación”. Ocupará el segundo cargo diplomático más importante tras el secretario de Estado.
La relación de Trump con DeVos tampoco había sido buena. Incluso, su selección generó polémica porque ella apoya un corpus común educativo para todo el país, política que Trump rechazó durante su campaña.
En lo que sí coinciden es en permitir a los padres la selección voluntaria de la escuela para sus hijos, y que no sea por zona —en el caso de las escuelas públicas—, como es hasta ahora.
Su misión será “reformar un sistema educativo estadounidense roto para darle a nuestros hijos educación de primera clase”, según un comunicado del equipo de transición.
Otra designación, que aún no está totalmente confirmada y agregaría diversidad al gabinete, sería la del neurocirujano afroamericano Ben Carson al frente de la Secretaría de Vivienda y Desarrollo Urbano.
Carson, ex aspirante presidencial, dijo hace una semana “sentir que no tenía experiencia” para encabezar una agencia gubernamental; sin embargo, escribió ayer en redes sociales que “un anuncio está por llegar” sobre su inclusión en el gabinete de Trump.
Según un portavoz de Carson, éste tomará la decisión final durante las fiestas de Acción de Gracias.
El próximo paquete de anuncios podría ser el del núcleo duro económico. Se dice que los Departamentos de Comercio y del Tesoro ya tienen nombre y sólo falta la aceptación. Los elegidos serían el empresario Wilbur Ross, presidente de una firma de inversión, y Steve Mnuchin, ex socio de Goldman Sachs.
Ross, de 78 años, comparte el rechazo del presidente electo a los acuerdos comerciales y es detractor del TLCAN.
En tanto, Trump emitió un mensaje por el día de Acción de Gracias en el que pidió sanar las heridas provocadas por la “dura campaña política”.