San José.— Otto dejó de ser tormenta tropical ayer en la tarde para convertirse en el séptimo huracán de la temporada de junio a noviembre de 2016 en el océano Atlántico y ahora viaja amenazante del mar Caribe hacia la costa este de Centroamérica y, con su intenso golpe sin llegar todavía a suelo continental, deja un saldo inicial de cinco muertos y daños estructurales en Panamá, un grave impacto en Costa Rica y un pronóstico de que atacará a Nicaragua y a Honduras.

El meteoro, que azota a islas colombianas del Caribe, pasó a huracán ayer a las 15:00 horas (tiempo de la Ciudad de México) al registrar vientos de más de 120 kilómetros por hora y se mueve de este a oeste a cuatro kilómetros por hora, por lo que sus primeros efectos se sentirían desde hoy por la noche o mañana en la madrugada. El centro de Otto entraría mañana al mediodía por un sector caribeño entre Calero, litoral noreste costarricense, y Bluefields, costa sureste nicaragüense, informaron el Centro de Huracanes de Estados Unidos y el Instituto Meteorológico de Costa Rica.

Al ingresar a tierra firme, con vientos de 130 a 150 kilómetros por hora, perdería potencia, volvería a tormenta tropical con vientos de unos 85 kilómetros, y viajaría de este a oeste por la frontera Costa Rica-Nicaragua para salir viernes o sábado próximos al Pacífico, precisó el Instituto. El impacto se sentirá en el centro y el oeste de Panamá, en el resto de Costa Rica, en gran parte de Nicaragua y en sitios de Honduras, sin descartar que llegue a El Salvador y Guatemala.

Ya golpeó a Puerto Rico y a República Dominicana. Otto seguía ayer frente a las costas caribeñas de Costa Rica y de Nicaragua, a unos 375 kilómetros al noreste de litoral costarricense, pero se acerca, según datos oficiales.

Como depresión tropical, Otto empezó a azotar a Costa Rica la semana pasada, con destrozos en su infraestructura por desbordamiento de ríos, penetración de mar, derrumbes y fuertes vientos, y el lunes anterior pasó a tormenta tropical.

La Presidencia de Panamá dijo que el balance preliminar de Otto es de cinco muertos, mil 700 damnificados y cuantiosos daños en infraestructura. Las autoridades suspendieron el curso lectivo en todo el país, decretaron alerta roja en el Caribe y amarilla en el resto de su territorio, prohibieron el zarpe de buques menores, redujeron labores públicas, mermaron operaciones aéreas y reforzaron equipos de respuesta en el occidente. El Canal de Panamá abrió 13 de las 14 compuertas de la presa de Gatún, parte clave de la vía, para bajar el nivel de sus aguas y evitar perjudicar sus tareas.

El gobierno de Costa Rica decretó alerta roja en el noreste, el norte y el noroeste del país, obligó a la evacuación de unas 4 mil personas de lugares de riesgo y suspendió el curso en mil 950 centros escolares. Nicaragua declaró anoche alerta roja en comunidades e islas del Caribe y en departamentos del sur y prepara evacuaciones, mientras que Honduras sigue en alerta.

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