Washington.— Donald Trump, presidente electo, anunció ayer que durante los primeros 100 días de su mandato, la Unión Americana saldrá del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés).
El magnate, quien durante su campaña expresó su oposición al tratado, declaró que cuando asuma la Casa Blanca, en enero próximo, buscará negociar “pactos comerciales bilaterales justos” que generen empleos para el país.
Shinzo Abe, primer ministro de Japón, declaró antes del anuncio del magnate: “El TPP no tendría sentido sin Estados Unidos”.
El millonario se dirigió ayer a la población en un video de poco más de dos minutos y medio para actualizar y especificar sus ideas.
En el tema migratorio, para sorpresa de muchos, su prioridad no es ni la construcción del muro en la frontera con México, ni la deportación masiva de indocumentados. Ordenó que, de momento, sólo “se investigue el abuso de los programas de visado que socava al trabajador estadounidense”.
Eso confirma la animadversión de la administración de Trump a las visas tipo H1B o similares para profesionales extranjeros especializados, una preocupación que comparte con el que será su nuevo fiscal general, el senador antiinmigrante Jeff Sessions.
En el ámbito energético, el magnate declaró que potenciará el carbón firmando acciones ejecutivas que “cancelen las restricciones en producción que matan puestos de trabajo”.
En seguridad nacional, su primer enfoque será la lucha contra los ciber- ataques para “proteger la infraestructura vital” del país.
Además, tiene intención de prohibir a altos funcionarios del gobierno convertirse en cabilderos en los primeros cinco años tras dejar el cargo y animará a aligerar la burocracia con la fórmula de que “por cada nueva norma deberán eliminarse dos antiguas”.
“Son sólo unos pocos pasos que tomaremos para reformar Washington y reconstruir la clase media”, explicó.
Mientras, las cábalas para adivinar la composición de su gabinete siguen sin respuesta. Tras un fin de semana lleno de reuniones “en los que acordó un par” de puestos, Trump continuó ayer con sus encuentros para delinear su equipo de gobierno sin anunciar nada nuevo.
“Pueden surgir esta semana, pero no tenemos prisa en hacer públicos los nombres”, explicó a los periodistas la portavoz Kellyanne Conway.
“No habrá anuncios inminentes”, alertó por la mañana su jefe de comunicación, Jason Miller.
De momento, el número de cargos elegidos se mantiene en cinco (dos asesores próximos y tres puestos en seguridad nacional). Las apuestas, sin embargo, no se frenan. El rumor que el crítico y ex candidato presidencial Mitt Romney podría hacerse cargo de la diplomacia de Estados Unidos se mantiene firme.
Para la cartera de Defensa todos los ojos están puestos en el general James Perro Loco Mattis, al que Trump confirmó como candidato al puesto. El cargo de líder de Inteligencia sería para Rudy Giuliani, ex alcalde de Nueva York, mientras que Scott Brown estaría al frente de la Secretaría de Asuntos de los Veteranos.
Entre los nombres sorprende el de Tulsi Gabbard, senadora demócrata, ferviente seguidora del ala más a la izquierda de Bernie Sanders y que podría ser considerada para representar a EU en la ONU. Trump también está reuniéndose con jefes de medios de comunicación, a los que durante toda la campaña acusó de ser “lo más deshonesto y corrupto” que nunca había visto y de “tratarle mal”. Ayer fue el turno de cadenas como ABC, FOX y NBC, y hoy se reunirá con los directivos del diario The New York Times.