El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, se reunirá con la reina Isabel II durante una visita de Estado programada en 2017, reveló The Sunday Times.
El Palacio de Buckingham no ha confirmado el reporte, el cual asegura que el gobierno va a “desenrollar la alfombra roja” para recibir al ya entonces presidente estadunidense.
El magnate recibirá la invitación formal una vez que tome posesión como presidente el próximo 20 de enero.
“El gobierno ha decidido que su arma secreta para llevarse bien con Trump es ofrecerle lo más pronto una visita con la reina, a él y (su esposa) Melania en el Castillo de Windsor”, dijo una fuente anónima citada por el diario.
Otra fuente del gabinete de gobierno habría dicho que “la reina es la clave. No es un arma secreta, es el arma pública más grande que tenemos”, señaló.
Trump se hospedaría en el Castillo de Windsor y no en el Palacio de Buckingham, ya que los trabajos de remodelación de la residencia de la reina en Londres comenzarán en abril de 2017.
El gobierno aprobó un presupuesto de 455 millones de dólares para remodelar en los próximos diez años el Palacio de Buckingham, que incluye cambiar toda la instalación eléctrica y el drenaje, que datan de la Segunda Guerra Mundial.
Como dicta el protocolo, el gobierno ofrecerá a Trump un banquete de Estado, quien montará una guardia de honor en el Horse Guards Parade y presenciará un desfile de carruajes en The Mall, la avenida que conduce al Palacio de Buckingham.
La prensa británica, como el diario Independent se mofan del encuentro entre Trump y la soberana, al subrayar que Isabel II es experta en esconder “el aburrimiento y ser agradable con lo grotesco”, pero nada equiparable en sus 64 años de reinado a su encuentro con Trump.