La próxima primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, no va a mudarse por ahora a la Casa Blanca, sino que permanecerá en Nueva York hasta que su hijo Barron termine el curso escolar, según confirmó ayer el presidente electo, Donald Trump.
Barron, de 10 años, estudia en un colegio privado de Manhattan y la familia no quiere hacerle cambiar en mitad del año académico, adelantó ayer el diario The New York Post.
Trump, preguntado al respecto, dijo que él se mudará a Washington y que su mujer y su hijo pequeño lo acompañarán “muy pronto”, cuando éste “termine la escuela” el año próximo, algo que habitualmente ocurre a finales de la primavera o principios del verano.
El mandatario electo atendió brevemente a los periodistas el domingo en la localidad de Bedminster, Nueva Jersey, donde está manteniendo este fin de semana reuniones con aspirantes a formar parte de su gobierno.
Antes de que Trump confirmara el plan de su familia, un portavoz de su equipo había explicado que “obviamente hay una sensibilidad” sobre cambiar de escuela a un niño de 10 años en mitad del curso.
De acuerdo con una de las fuentes citadas por The New York Post, “la campaña fue difícil para Barron” y su madre quiere “limitar las perturbaciones al mínimo”.
Así, durante los próximos meses Melania y Barron seguirán viviendo en la Torre Trump de Manhattan.
El edificio, situado en plena Quinta Avenida, ha seguido funcionando como cuartel general del magnate desde la elección, aunque la mayor parte de la actividad política se trasladará a Washington una vez que el presidente electo asuma el cargo en enero.
Mientras la primera dama y su hijo continúen viviendo en Nueva York, se espera que estén acompañados de un importante dispositivo de seguridad.
Barron es el único hijo del matrimonio entre Donald y Melania Trump.