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Dos sobrinos de la primera dama de Venezuela fueron hallados culpables ayer en Estados Unidos de intentar cerrar un acuerdo multimillonario de narcotráfico para obtener una gran cantidad de efectivo que ayudara a su familia a mantenerse en el poder.
Franqui Francisco Flores de Freitas y Efraín Antonio Campo Flores, sobrinos de Cilia Flores, la esposa del presidente venezolano Nicolás Maduro, fueron acusados por un jurado federal en Manhattan de conspirar para importar cocaína a Estados Unidos.
El caso ha representado una vergüenza para Maduro, en medio de una aguda crisis económica y política en la nación sudamericana. Es uno de varios procesos en los que fiscales estadounidenses han vinculado a individuos relacionados con el gobierno venezolano con el narcotráfico.
Los acusados se arriesgan a una pena de cadena perpetua cuando sean sentenciados. En principio, se ha fijado la fecha del 7 de marzo próximo para conocerla.
Los acusados “estaban en shock” cuando escucharon la decisión, según describió Maibort Petit, periodista que cubre el juicio, en un tuit recogido por el diario venezolano El Nacional.
Tras ser emitido el veredicto final, los abogados abrazaron a los clientes. La defensa se mostró abatida ante la decisión unánime del jurado, integrado por 12 personas.
Flores de Freitas, de 31 años, y Campo Flores, de 30, fueron arrestados en Haití en noviembre de 2015 y trasladados a EU tras una operación llevada a cabo por la Administración para el Control de Drogas de este último país (DEA, por sus siglas en inglés).
Los fiscales dijeron que ambos hombres conspiraron para usar un hangar presidencial de un aeropuerto de Venezuela para enviar 800 kilogramos de cocaína a Honduras y luego transportarlos a Estados Unidos. La fiscalía dijo que las grabaciones de las reuniones con dos informantes de la DEA mostraban que los sobrinos querían el dinero para contrarrestar los fondos que ellos creían que EU entregaba a la oposición de Venezuela antes de las elecciones legislativas de diciembre de 2015.
El Partido Socialista de Maduro perdió su mayoría parlamentaria en la elección.
Los abogados defensores aseguraron que sus clientes nunca tuvieron intención de enviar drogas a EU. David Rody, abogado de Flores de Freitas, dijo el jueves al jurado que gran parte de la evidencia provino de un informante pagado de la DEA, quien se hizo pasar por un miembro de un cártel mexicano y posteriormente se declaró culpable de mentir al gobierno para realizar operaciones de narcotráfico.
El informante, José Santos Peña, posteriormente testificó en el juicio bajo los términos de un acuerdo de cooperación con el gobierno de EU que lo habría ayudado a evitar una condena de prisión prolongada si entregaba un testimonio honesto.
Pero después de que los abogados de la defensa presentaron evidencia que dijeron que demostraba que mintió en el estrado y orquestó operaciones de narcotráfico desde prisión, los fiscales adoptaron la inusual medida de anunciar que desecharían el acuerdo de cooperación con Santos Peña.
“¿Por qué tenemos este espectáculo de un hombre mintiéndoles en la corte?”, dijo Rody en su argumento final. “La razón es muy simple. Es porque ellos lo necesitan”, agregó.
El proceso legal al que se enfrentaron los sobrinos de Cilia Flores inició el 7 de noviembre y tuvo nueve audiencias, en las cuales se desmontó la tesis de la defensa de que los Flores eran “jóvenes estúpidos e inocentes”. En las grabaciones presentadas salieron a relucir los nombres de Cilia Flores, el parlamentario Diosdado Cabello y el Cártel de los Soles, al tiempo que se confirmó que los Flores usaban la rampa presidencial del aeropuerto internacional Simón Bolívar de Maiquetía para sacar drogas, recordó El Nacional. En enero, Cilia Flores dijo que el arresto era una medida de EU y la oposición venezolana para atentar contra su imagen y la del Estado venezolano.