Este sábado, el Papa Francisco entregó personalmente la birreta y anillo cardenalicio así como su asignación de título o diaconía a Monseñor Carlos Aguiar Retes, Arzobispo de la diócesis de Tlalnepantla.
El Consistorio de Creación de 17 nuevos cardenales en la diócesis de Roma (cuatro de ellos eméritos), provenientes de los cinco continentes, se celebró la víspera del cierre de la Puerta Santa de la Misericordia en la Catedral de San Pedro.
La proveniencia de 11 naciones de los nuevos cardenales "expresa la universalidad de la Iglesia", dijo el Santo Padre cuando anunció los nombramientos, en octubre pasado.
La dignidad de Cardenal eclesiástico de alto rango de la Iglesia Católica es el más alto título honorífico que puede conceder el Papa.
La principal misión del Colegio Cardenalicio es elegir al Sumo Pontífice en caso de fallecimiento o renuncia del anterior.
En circunstancias habituales el deber fundamental del Colegio de Cardenales es aconsejar al Papa.
Don Carlos Aguiar introduce, junto con el Papa Bergoglio, la idea de que la Iglesia no tiene que navegar una época de cambio, sino evangelizar un cambio de época. Uno de sus mayores logros como presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano fue la reforma estructural al Episcopado.
En un ritual de creación de nuevos Cardenales, el Papa Francisco habló de la misericordia y de cuatro grandes acciones que todos los fieles católicos están llamados a practicar en “estos tiempos difíciles en donde impera la indiferencia”. Se refirió a la importancia de amar, hacer el bien, bendecir y rogar.