Ciudad del Vaticano.— Si la mesa de diálogo entre el gobierno y la oposición en Venezuela fracasa hay el riesgo de que el país entre en un conflicto interno tipo guerra civil, señaló el portavoz de la Conferencia Episcopal venezolana, Pedro Pablo Aguilar.
“Han sido casi 18 años sembrando un lenguaje de odio, hay un lenguaje muy agresivo en el venezolano en este momento, sobre todo de parte de los seguidores del gobierno”, dijo el sacerdote en un encuentro con periodistas.
“Sí existe ese peligro [de la violencia]. No quiero decir que entre los actores políticos de la oposición no existan violentos, pero está comprobado que de parte del gobierno existen milicias, grupos armados”, añadió.
Aseguró que la intervención de la Iglesia católica ya evitó “una masacre”, porque solicitó la suspensión de una marcha opositora al Palacio del Gobierno en Miraflores, el pasado fin de semana.
Sostuvo que actualmente en su país la palabra diálogo “no suena bien”. Afirmó que quienes están participando de la mesa “son los más radicales” y eso “no ha permitido avanzar más”.
“Los políticos deberían pensar en la situación: no hay medicina, no hay alimentos, tenemos problemas con las cárceles, hay una crisis humanitaria aunque al gobierno no le gusta este término”, precisó Aguilar.
En tanto, cientos de personas se manifestaron ayer frente a la sede de la Nunciatura Apostólica de Caracas, para protestar por la falta de medicinas.
Al grito de “medicinas ya”, y con recetas médicas en las manos, los venezolanos marcharon por algunas vías del este y norte de la capital hasta concentrarse frente a la sede de la Nunciatura Apostólica, desde donde reclamaron por la severa escasez de medicamentos que según los gremios del sector ya supera 90%.
Posteriormente, dirigentes del partido opositor Primero Justicia se reunieron con el nuncio apostólico, Aldo Giordano, para pedir el apoyo del Vaticano y lograr la apertura de un canal de ayuda humanitaria en Venezuela que permita el ingreso de medicamentos al país.
Cae aprobación de Maduro. La aprobación a la gestión del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, cayó en octubre a 19.5%, su peor nivel desde que asumió a principios del 2013, según la firma local Datanálisis. Un 78.5% de los encuestados desaprueba la gestión del mandatario.