¿QUÉ SON LAS CIUDADES "SANTUARIO"?
Las ciudades “santuario” surgieron como parte de un movimiento iniciado en la década de 1980 en California, y que se extendió a cientos de urbes que tomaron la determinación de no enjuiciar a inmigrantes que cometieron sólo la falta administrativa de ingresar ilegalmente a Estados Unidos.
En los últimos cinco años unas 340 ciudades y municipios, entre ellas varias en los estados de California, Nueva York, Illinois y Connecticut, aprobaron leyes que impiden a las policías locales participar en medidas federales de inmigración que son "voluntarias".
CIUDADES RECHAZAN MEDIDAS MIGRATORIAS FEDERALES
Una de estas medidas federales en migración, y la más polémica, son las "órdenes de detención" solicitadas por la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), que buscan mantener detenido a un indocumentado por más tiempo para dar una oportunidad de decidir su posible deportación.
Estas órdenes, que buscan una detención de indocumentados más allá de 48 horas, fueron consideradas inconstitucionales por carecer del visto bueno de un juez federal.
Ciudades santuario como Nueva York y Los Ángeles condicionan la retención de cualquier indocumentado a una orden de un juez federal de inmigración, no simplemente la orden de ICE.
En Chicago, la ordenanza de 1983, actualizada este año, establece que la Policía no puede cuestionar el estatus migratorio de las personas, o amenazarlas con deportación, introduce nuevas definiciones para coerción y abuso verbal e incluye la amenaza verbal.
Los empleados municipales en general tienen prohibido presionar a las personas para que hagan declaraciones, y en el caso de que violen lo dispuesto recibirán sanciones disciplinarias.
LA POLÉMICA
El año pasado, el tema de las ciudades “santuario” volvió a ser centro de controversia luego que la ciudad de San Francisco se rehusó a retener a un inmigrante indocumentado mexicano que tras ser liberado mató accidentalmente a una joven estadounidense.
La ciudad de San Francisco rechazó notificar a las autoridades migratorias sobre la liberación del indocumentado mexicano Juan López Sánchez, quien tenía antecedentes penales y había sido deportado a su país natal en al menos cinco ocasiones.
López Sánchez confesó haber disparado accidentalmente un arma que encontró en un parque y que causó la muerte de la joven estadunidense de 32 años, Kathryn Steinle.
San Francisco es una de las 340 ciudades y municipios a través de Estados Unidos que cuentan con políticas santuario, de acuerdo con una compilación preparada por el Centro de Estudios Migratorios (CIS).
CIUDADES EN DEFENSA DE LOS MIGRANTES
San Francisco, Denver, Los Ángeles, Chicago, Detroit, Portland, Nueva York, Philadelphia y Washington D.C., son algunas de las ciudades que buscan proteger a los migrantes indocumentados de este tipo de medidas, e incluso algunas tienen legislaciones específicas para otorgarles beneficios como licencias de conducir, becas escolares y asesoría jurídica.
Varios alcaldes incluso se han puesto del lado de los indocumentados ante la amenaza de Trump. El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, prometió tras el triunfo de Trump que no permitirán "al gobierno federal que ataca a inmigrantes a hacerlo en el estado".
"Siempre nos veremos como una ciudad santuario, y seguiremos acogiendo a todos", aseguró hoy Ted Wheeler, alcalde electo de Portland, en Oregón, estado que prohíbe el uso de recursos estatales y locales para hacer cumplir las leyes de inmigración, que son federales.
"Para mí, lo importante es asegurarse de que la gente pueda vivir sus vidas sin temor, sin ser perseguida. Si alguien está violando la ley, eso es otra cosa", expresó el alcalde Jorge Elorza, de la ciudad de Providence.
En Illinois, los indocumentados también tienen acceso a una licencia de conducir especial, que no requiere el número de seguro social.
HAY CIUDADES QUE NO QUIEREN SER "SANTUARIO"
Autoridades del condado de Miami-Dade, ubicado al sur de Florida y con población predominante de inmigrantes, rechazaron ser santuario de indocumentados al reafirmar su cumplimiento de las leyes.
Las autoridades de este condado descartaron seguir el ejemplo de otros alcaldes de grandes ciudades, como el de Chicago, Rahm Emanuel, quien no colaborará con el presidente electo Donald Trump para entregar a indocumentados con fines de deportación.
En declaraciones hechas el pasado martes al Miami Herald, el alcalde Carlos Giménez, de origen cubano, rechazó que Miami-Dade sea santuario de indocumentados y fijó su postura de cooperar con la ley.
Si el delito por el cual el inmigrante indocumentado es grave o hay una orden de corte de por medio, Miami-Dade retiene al acusado a pedido de la autoridad migratoria, dijo Giménez, quien pese a ser republicano apoyó a la derrotada Hillary Clinton en esta elección.
Un caso menos reciente, pero muy polémico, fue el del condado de Maricopa, en Arizona, donde el sheriff Joe Arpaio implementó fuertes medidas de detención a migrantes que incluso lo llevaron a un juicio por encasillamiento racial, y que se transformó en un caso de desacato a la corte después de que el jefe de policía fue acusado de desafiar una orden de la corte de 2011 para que dejara de realizar sus distintivas operaciones policiales contra la inmigración ilegal.
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