La alcaldesa de Washington DC, Muriel Bowser, afirmó hoy en un comunicado que no va a chequear el estatus migratorio o entregar para que sean deportados a indocumentados, pese a las amenazas del presidente electo de EU, Donald Trump, de negar fondos a las ciudades que no cambien esas prácticas.
"Los valores, leyes y políticas de Washington no cambiaron el día de las elecciones. Celebramos nuestra diversidad y respetamos a todos los residentes de DC sin importar su estatus migratorio", aseguró Bowser.
La alcaldesa del Distrito de Columbia dijo que la capital seguirá siendo una "ciudad santuario" porque contribuye a que los vecindarios sean más seguros y a que los residentes "no tengan miedo de pedir ayuda a nuestra alcaldía".
Trump señaló durante la campaña electoral que retirará los fondos federales a las ciudades y condados de todo el país que no persigan activamente a los inmigrantes indocumentados y los entreguen a las autoridades federales de inmigración.
Un gran número de ciudades en todo el país se han negado hasta ahora a someter a sus residentes a esas pesquisas al suponer un mayor gasto, desviar recursos de la policía local, promover el miedo de los residentes e instigar la desconfianza entre vecinos.
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