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El parteaguas de un Estados Unidos progresista y un Estados Unidos retrógrada fue el 16 de junio de 2015, cuando Donald Trump lanzó su candidatura presidencial con acusaciones contra los mexicanos inmigrantes, a quienes definió como “violadores” y acusó de llevar “el crimen” al país.
“Lo que sucede es inaudito”, dijo Jorge Mario Cabrera, director de Comunicación y vocero de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA, por sus siglas en inglés), a EL UNIVERSAL.
“Desde que [Trump] dio ese discurso, y conforme fue ganando terreno hasta convertirse en presidente electo, se ha desatado una furia contra lo que no es anglosajón, que nos recuerdan los años de la segregación racial del siglo pasado. Lo más preocupante es que se va a poner peor”, vaticinó Cabrera. Un crimen de odio en Estados Unidos se describe como un acto o expresión de violencia física, verbal o escrita en contra de una persona o un grupo de individuos a partir de su raza, credo, orientación sexual, nacionalidad, genero, cultura, discapacidad o cualquier otra inherencia a su forma de vida.
Las estadísticas. “Sólo puedo hablarles de los números que tengo registrados”, dijo el oficial William Bustos, del Departamento de Policía de Los Ángeles, a EL UNIVERSAL. “Nosotros no tenemos partido ni preferencia política, servimos a la comunidad independientemente de quién sea el presidente”. De acuerdo con sus números, en 2014 se registraron 5 mil 479 crímenes de odio en EU.
Aún no se dan a conocer los registrados de 2015, “pero podemos esperar que sean muchos más y no se diga 2016”, aseguró Jorge Mario Cabrera.
Tan sólo en Los Ángeles, donde vive la mayor población de minorías del país, de 2014 a 2015 hubo un incremento de 24% de estos delitos, de acuerdo con el Reporte Anual de Crímenes de Odio, oficina que depende de la Comisión de Relaciones Humanas del Condado de Los Ángeles.
En 2014 se reportaron 390 casos, mientras que en 2015 aumentaron a 483. A estas cifras, señalan especialistas, habría que sumar los sucesos que no se reportan por distintas razones, especialmente por miedo o temor a represalias.
Algunos hechos reportados. Organizaciones como CHIRLA, Funcionarios Latinos Electos y Designados (NALEO), el Fondo México Americano de Defensa Legal y Educación (MALDEF), La Raza y la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU), entre otras agrupaciones, realizan llamados a nivel nacional a las comunidades hispanas, y de cualquier otro origen, para que denuncien las agresiones que consideren crímenes de odio.
Angélica Peña, directora en California de NALEO, enumeró algunas denuncias que han trascendido en los últimos días en las redes sociales.
“Una estudiante que viajaba en un autobús en Queens, Nueva York, vio y denunció cómo estudiantes de la escuela Saint Francis subieron al camión y se le acercaron a otra alumna de raza negra y le dijeron: ‘¿No se supone que ustedes deben sentarse en la parte trasera? Trump ya es presidente’”, relató Peña.
También comentó que una madre describió cómo “algunos niños gritaron en la escuela a su hijo, de apariencia mexicana, que les iba a dar mucho gusto cuando Trump lo deportara”.
Sonia Hernández, quien vive en California, relató a EL UNIVERSAL que también ha sido víctima de ataques de racismo: “Estaba viendo la televisión en mi casa cuando vi entrar al jardín a un joven blanco, agarró la manguera y abrió el agua. Salí para decirle que se retirara y que si deseaba agua con gusto se la daba, si la pedía. El joven me gritó groserías en inglés y me dijo que pronto me iban a regresar a mi país”.
El periódico inglés The Guardian, en su edición para Estados Unidos, puso en marcha una página en línea en la cual las personas pueden denunciar públicamente los incidentes. Usuarios de Facebook, Twitter, Instagram y Snapchat, entre otras plataformas sociales, han reportado casos de crímenes de odio en todo el país.
Uno de los videos más preocupantes fue el de una escuela de Michigan donde alumnos corean “construyan el muro” contra compañeros latinos.
En Tennessee, un deportista latino vio su auto pintarrajeado con mensajes racistas y el nombre de Trump.
En una preparatoria de Chicago y otra de Minnesota, estudiantes escribieron en la pared de un baño: “Sólo para blancos”.
De Obama al presente. De 2008 a 2016 la Unión Americana pasó de la tolerancia, al haber elegido al primer presidente afroestadounidense en su historia, a la intolerancia más extrema.
“Nos fuimos de un extremo al otro”, aseguró Hernán Molina, analista político independiente.
“Cuando Obama ganó la presidencia, la comunidad afroestadounidense vivió un sentimiento de libertad y orgullo como nunca en su historia habían experimentado, y con ellos todas las minorías étnicas del país. Ahora, con la llegada de Trump, el miedo, la ansiedad, el descontento y la incertidumbre invaden a todas estas minorías; hemos retrocedido”, aseguró el analista.
El Southern Poverty Law Center, una organización que está al pendiente de los crímenes de odio en Estados Unidos, reportó que estos delitos se han multiplicado en lo que va de 2016.
Tan sólo del 8 de noviembre, día de las elecciones, a la fecha, se han reportado 201 casos.
“Cada día vamos a ver y a escuchar, a través de los medios y las redes sociales, cómo se va incrementando este mal”, advirtió Molina, al tiempo que cuestionó cómo se resolverán estos casos: “¿Qué va a pasar en las escuelas cuando los profesores sean proTrump, o con los policías o los meseros, los taxistas, tu vecino?; nos espera una realidad muy dura”.
Reviviendo a los supremacistas. “En realidad nunca han estado muertos, pero sí habían caído en un estado de invernadero, sin mucha actividad”, declaró a EL UNIVERSAL Guillermo Cueto, ex agente de Seguridad Nacional de EU. “Pero con la llegada de Trump, los llamados supremacistas se sienten respaldados y uno nunca sabe hasta dónde puedan llegar con la retórica que da Trump a sus seguidores”.
Uno de los primeros diarios que apoyaron la candidatura de Donald Trump, después de su famoso discurso antimexicano, fue The Daily Stormer, medio fundado en 2013 por Andrew Anglin, señalado como pronazi. En este diario virtual escriben muchos de los más famosos nacionalistas y antisemitas del mundo. “Por eso el triunfo de Trump los ha reactivado de una manera insospechada”, dijo Cueto.
Esto es sólo el principio. “Los crímenes de odio se están multiplicando; no sabremos a ciencia cierta cuántos son, hasta dentro de uno o dos años que el FBI haga el reporte oficial correspondiente, pero estamos recibiendo y viendo decenas de casos que antes no”, asentó Peña, de NALEO.
“Estamos haciendo un llamado permanente a todos nuestros hispanos, especialmente indocumentados, para que mantengan la calma”, dijo Cabrera, de CHIRLA.
“Hemos pedido a nuestra gente que tenga un plan B para seguir adelante si pierden los pocos beneficios que se han logrado y, especialmente, si continúan o se incrementan los crímenes de odio. Cualquier cosa puede suceder, para bien o para mal, con Trump en la presidencia de Estados Unidos”, concluyó Cabrera.