La ONU acusó hoy a los grupos armados opositores y al Gobierno de Siria de cometer crímenes de guerra con el lanzamiento de bombardeos indiscriminados y el uso de armamento pesado contra áreas residenciales de Alepo, evidenciando un total menosprecio por la vida de los civiles.
"Lo que estamos indicando aquí es que ambas partes del conflicto están cometiendo potencialmente crímenes de guerra", declaró en Ginebra la portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, Ravina Shamdasani.
Los grupos rebeldes se encuentran en una ofensiva contra la sección occidental de Alepo, que controla el gobierno, que a su vez mantiene cuatro meses de asedio sobre la parte oriental de la ciudad, dominada por los opositores.
msl