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Caracas.—El gobierno de Venezuela liberó ayer a tres presos políticos informó el alcalde de Sucre, el opositor Carlos Ocariz; aunque algunos medios señalaron que fueron cinco. El hecho se produce un día después de que iniciara formalmente la mesa de diálogo con la oposición.
Ocariz indicó en Twitter que los liberados son el dirigente del partido Avanzada Progresista, Carlos Melo, Andrés Moreno y Marco Trejo, estos últimos asesores políticos de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Melo fue detenido en agosto, previo a una marcha, porque poseía artefactos explosivos, según la fiscalía. Moreno y Trejo fueron acusados de “lesionar la moral de las Fuerzas Armadas” por producir un vídeo financiado por el partido Primero Justicia.
La liberación parece una muestra de disposición del gobierno del presidente Nicolás Maduro para con la oposición, puesto que dejar libres a presos políticos era una de las condiciones que ellos pusieron para continuar el diálogo, además de pedir que se convoque a elecciones presidenciales.
El domingo en la noche, Maduro estrechó manos con los delegados de la oposición en el inicio de las conversaciones ante facilitadores extranjeros, incluido un representante del papa Francisco.
En la reunión, que se prolongó hasta la madrugada, los representantes acordaron establecer mesas de trabajo, que iniciaron deliberaciones ayer sobre cuatro temas: paz, respeto al Estado de derecho y la soberanía; derechos humanos y reconciliación; economía y sociedad; y el establecimiento de un cronograma electoral.
A pesar del optimismo oficial, la oposición señaló que no abandonará su cronograma de protestas. El secretario de la MUD, Jesús Torrealba, había sentenciado que esperaban “gestos concretos e inmediatos”, como la liberación de presos políticos para mantener las negociaciones, hecho que se comenzó a dar.
“Fuimos a plantear la necesidad de desbloquear la salida electoral al drama venezolano, eso es clave”, indicó Torrealba, “o que se nos devuelva el referendo revocatorio (...) y que se convoque en 2016, o se establezca un acuerdo político que permita el adelanto de elecciones presidenciales”.
Los diálogos están marcados por la desconfianza. Adversarios de Maduro temen que sea una táctica dilatoria para aliviar las presiones sobre él, pero a pesar de ello, se agendó la próxima reunión para el 11 de noviembre.
En tanto, el subsecretario de Estado de Estados Unidos, Thomas Shannon, llegó ayer a Caracas y se reuníó por la tarde con el presidente Maduro. Él fue enviado por la Casa Blanca para respaldar las conversaciones entre el gobierno y la oposición.
Ayer, tras reunirse con el enviado del Papa, Claudio Maria Celli; el ex presidente español José Luis Rodríguez Zapatero y el subsecretario de Estado de EU, Thomas Shannon, Nicolás Maduro dijo que “es una buena noticia para Venezuela que este proceso de diálogo, lo logramos y arrancó bien. Con paciencia, sabiduría y buena voluntad, creo que este proceso debe irse encaminando en función del interés común del país y debe ir arrojando buenos resultados”.
Sin embargo, en paralelo al diálogo, la oposición adelantó un juicio político contra el mandatario en el Parlamento, que discutirá hoy, y convocó a sus seguidores a marchar al Palacio de Gobierno el jueves. Maduro dijo que no acudirá a la sesión de la Asamblea Nacional a la que fue llamado a comparecer, porque considera que el juicio que se le sigue es “ilegal”.