Matthew golpeó el domingo a Carolina del Norte y Virginia con menos fuerza que la que mostró en las jornadas previas, pero todavía con vientos huracanados que generaron inundaciones importantes y cortes de energía a lo largo de la costa atlántica de Estados Unidos, tras su mortal recorrido por Haití.
Aunque ahora debilitada, la tormenta más poderosa en el Atlántico desde el 2007, descargó lluvias torrenciales y arremetió con fuertes vientos en su trayecto hacia el norte, después de golpear la costa sureste de Estados Unidos dejando al menos 11 muertos.
Más de dos millones de negocios y hogares quedaron sin energía por el paso de la tormenta.
El daño en Estados Unidos, sin embargo, ha sido mucho menos que en la empobrecida Haití, donde Matthew cobró cerca de 900 vidas y causó la muerte de al menos otras 13 personas por brotes de cólera posteriores a la tormenta.
El domingo temprano, Matthew amenazaba comunidades costeras en Carolina del Norte y Virginia. Las autoridades emitieron advertencias de inundaciones repentinas debido a los vientos de 120 kilómetros por hora.
"El viento está doblando los árboles en ángulo de 90 grados en mi patio, perdí la energía eléctrica y la lluvia viene de todas partes", dijo Frank Gianinni, un terapeuta ocupacional de 59 años, en un email enviado desde su casa Wilmington, Carolina del Norte.
"Estoy fuera, en mi patio, justo ahora, y estoy impactado por el poder de la naturaleza", dijo.
Los meteorólogos advirtieron de posibles inundaciones repentinas por las fuertes lluvias que se esperan en algunas áreas, junto a marejadas.
"Estamos viendo inundaciones significativas. Casi todas las calles de la ciudad están intransitables", dijo la portavoz de Virginia Beach, Erin Sutton, a Weather Channel el domingo, desde la ciudad de casi 500.000 habitantes.
A las 0900 GMT, la tormenta se ubicaba a unos 80 kilómetros de Cabo Hatteras, Carolina del Norte, dijo el Centro Nacional de Huracanes. El centro del a tormenta se movía en el sur de Carolina Norte a medida que perdía fuerza.
Matthew, que alcanzó la poderosa categoría 5, fue degradado el domingo a categoría 1 y luego a tormenta post tropical.
El huracán tocó tierra el sábado cerca de McClellanville, Carolina del Sur, al norte de Charleston, un poblado que fue devastado en 1989 por un huracán.
La tormenta ha causado la muerte de al menos 11 personas en Estados Unidos, cinco en Florida, tres el Carolina del Norte y tres en Georgia, incluyendo a dos personas que fallecieron por caídas de árboles en Bulloch County.
afcl