Naciones Unidas.— Los 15 miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reunieron ayer para votar dos propuestas de resolución sobre el conflicto en Siria, una impulsada por Francia y las potencias occidentales, y otra por Rusia; sin embargo, ninguno de los documentos fue avalado.
Ambos textos pedían que se decretara un nuevo alto el fuego y permitir la distribución de ayuda humanitaria. La principal diferencia entre las propuestas es que la francesa exigía también “el final de todos los bombardeos aéreos” en Aleppo.
La propuesta de resolución impulsada por Rusia no logró los votos necesarios para salir adelante en el Consejo, al recibir cuatro votos a favor, nueve en contra y dos abstenciones.
Rusia, uno de los cinco países que tienen derecho de veto en el Consejo (Estados Unidos, Francia, Reino Unido y China), ya había señalado que no dejaría avanzar la propuesta francesa, al calificarla de “hostil” e “inaceptable” y cumplió ayer su postura, frenando así un posible fin a los ataques aéreos y los vuelos militares sobre Aleppo. Es la quinta vez que Rusia veta una resolución de la ONU sobre Siria.
Aunque 11 de los 15 miembros del Consejo de Seguridad avalaron el borrador de Francia, para ser adoptada una resolución de la ONU necesita nueve votos a favor y ningún veto.
Horas antes de la reunión del Consejo, el presidente francés, François Hollande, advirtió a Rusia que en caso de que vetara la propuesta de su país “sería responsable de la continuación de los abusos” en Siria.
Al menos nueve miembros de una misma familia murieron ayer por un bombardeo de aviones que se cree que eran turcos en el noroeste de la provincia de Aleppo, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Unos 9 mil civiles han tenido que abandonar sus hogares en el noreste de Aleppo por los combates entre radicales y las fuerzas del régimen de Bashar al-Assad.